Han pasado 25 años desde que se lanzó al mercado una furgoneta que pasaría a nombrar a un segmento completo de vehículos: la Sprinter. Hoy, un cuarto de siglo después, la generación actual todavía es la referencia. Junto a sus valores intemporales, como la calidad, la fiabilidad, la rentabilidad y la comodidad, la Sprinter actual también es referencia en conectividad y en movilidad libre de emisiones. 

En 1995, el vehículo contribuyó a la transición al comercio electrónico: cuando las dimensiones actuales del comercio online apenas eran imaginables, Mercedes-Benz presentó una furgoneta ultramoderna que era ideal para los futuros desafíos logísticos. Con frenos de disco en las cuatro ruedas, ABS, una carrocería más aerodinámica, un bajo consumo y muchas otras innovaciones, la Sprinter estableció nuevas referencias en cuanto a seguridad, eficiencia y confort, convirtiéndose en digna sucesora de la legendaria T1.

Desde sus inicios, la nueva furgoneta se posicionó como un verdadero vehículo multitarea: disponible en versión chasis, plataforma, volquete, con cabina simple o cabina doble para pasajeros, como furgón y como minibús con cinco o nueve plazas, con techo bajo o alto. Características útiles para numerosos campos de aplicación como, por ejemplo, zonas de construcción, en comercios, en el transporte de pasajeros, pero también para servicios de bomberos y rescate. La furgoneta también ha sido una buena base como autocaravana, así como para todo tipo de carrocerías especiales. 

Económica, fiable y ampliamente flexible, ahora también capaz de repartir mercancías sin contaminar: la  nueva eSprinter presentada a finales de 2019 está preparada para atender las necesidades de movilidad libre de emisiones directas. Con su tracción delantera eléctrica tiene una potencia de hasta 85 kW y un par de 295 Nm. Además, su autonomía es de 168 kilómetros con una carga útil máxima de 891 kilos.