El Cerrato halla en la truficultura una veta para dinamizar el sector agrícola

diariopalentino.es
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Este fin de semana ha finalizado el curso desarrollado en Cevico Navero que ha superado las expectativas de los organizadores. El cultivo de la trufa, opción viable en la comarca

El Cerrato halla en la truficultura una veta para dinamizar el sector agrícola

El Cerrato ha respondido a la llamada de Adri. El Grupo de Acción Local con sede en Baltanás ha finalizado este fin de semana un curso de truficultura dirigido a personas interesadas en poner en marcha una explotación trufera en la comarca. La respuesta no ha podido ser más satisfactoria. Tanto, que el límite de asistentes, fijado en 25 personas, ha tenido que ser aumentado a 35 e, incluso así, ha resultado imposible responder a la demanda que se había generado, traducida en numerosas peticiones de inscripción.

Esto supone la prueba fehaciente de que en la comarca cerrateña existe un interés evidente por desarrollar actividades ligadas al mundo de la trufa.

Desde Adri-Cerrato señalan que el objetivo del curso, desarrollado en Cevico Navero, se ha cumplido con creces. Se han abordado las especies productoras de trufas, las condiciones para su producción, las conocidas como especies hospedantes o la producción de trufa salvaje. Otros aspectos que se han tratado han sido la plantación y las inversiones necesarias para la puesta en marcha de iniciativas relacionadas con la trufa. Los alumnos, además de las cuestiones teóricas, completaron el curso con dos visitas, una a plantaciones truferas de El Cerrato y otra, este fin de semana, a Soria donde se ubica una de las empresas del sector más importantes a nivel nacional.

Según los expertos, una plantación con un correcto mantenimiento tiene una capacidad de producción que puede situarse, a pleno rendimiento, en los 40 kilos de trufa/ha.

Ese rendimiento llega a los 20 años de realizarse la plantación, aunque las primeras producciones pueden obtenerse a partir de la décima campaña.

Precedente. No es la primera ocasión que Adri-Cerrato promueve una actividad de estas características.

En 2007 organizó un curso cuyo objetivo era potenciar el aprovechamiento de los recursos medioambientales de la zona, en concreto, de los recursos micológicos y del cultivo de trufa, un productos muy valorado por sus propiedad culinarias.

El curso se tradujo en la puesta en marcha de varias iniciativas ligadas al sector que han sido visitadas ahora por los participantes.