Sigue en la lucha

Alberto Moreno
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2
Palencia Cristo Atlético
1
la Bañeza
Finalizado
El Palencia Cristo Atlético, sin realizar un partido excesivamente brillante, sentenció en la primera parte con los goles de Garre y Dani Burgos. Adrián volvió a sacar magia de sus botas. Kone debutó

palencia cristo atlético. Adrià, Dani Burgos, Pablo, Ramón, Kaká, Blanco, Alvarito, (Koné, 46’), Abajo, Garre, (74’ Zubi), Adri Pérez, Kike.

la bañeza. Kuni, Sergi, (46’ Rubén), Dani, Fidalgo, Hugo, Roberto, Jair, Mateo, Pablo Martínez, Adrián, Ricardo (77’ Javier).

árbitro. Néstor Holgueras Castellanos, asistido por Martín Diéguez y Monjas Santos. Amarillas a Kaká, Abajo, Adri, Zubi; Roberto, Mateo, Adrián.

goles. 1-0, minuto 34: Garre.             2-0, minuto 47 de la primera parte: Dani Burgos.2.-1: Min. 80: Fidalgo.

incidencias. Balastera.  Minuto de silencio en memoria de Dionisio Zorrilla, socio de honor número 1 y fundador del club. Abajo, como capitán, entregó un ramoso de flores  Rubén Gala, segundo entrenador y sobrino del fallecido. El cuadro bañezano vistió con su segunda indumentaria, totalmente de amarillo. 

 

A estas lturas de la película, cuando toca remontada, cuando no se tiene margen de error, cuando se acumulan las bajas, cuando el terreno de juego tampoco ayuda a realizar el fútbol que se pretende, importa más el cuánto que el cómo, los tres puntos que la brillantez. El encuentro de ayer no pasará a la historia de la entidad morada por el espectáculo ofrecido, aunque sí al sincero homenaje a Dionisio Zorrilla. Con él empezó todo, con él empezó este Palencia Cristo Atlético.

Dentro de la monotonía, volvió a brillar un jugador con ángel, que parece que flota en el campo, que le da otro tacto y otro trato al balón: Adrián. No es un goleador nato, pero sí el asistente perfecto, el jugador capaz de romper líneas, de hacer lo inesperado. Dos genialidades suyas sirvieron para encarrillar el partido, más allá del susto final por el tanto bañezano. Volvió a brillar de nuevo otro palentino, Kike, que con Julio César ha cogido galones y está respondiendo brillantemente a la confianza depositadas.

Con alguna novedad por las ausencias o regresos, Julio César puso en liza su equipo-base desde que tomase las riendas de la entidad morada, siempre con el 4-3-3. Adrià defendía los palos, con Dani Burgos y Pablo, en los laterales; Ramón, por la derecha, y Kaká en los centrales; Abajo era el eje de la zaga, con Kike y Blanco en los interiores; Adrián, por la derecha, y Alvarito (que regresaba al once tras varias semanas de ausencia por lesión) en los costados, con Garre en la referencia. En el banquillo, ni defensas, ni centrocampistas, todo puntas o extremos, debido a las bajas por diversos motivos, especialmente la de Chuchi sancionado y Viti (con fiebre durante la semana tras sacarle tres muelas).

No fue excesivamente brillante la primera parte, pero el cuadro morado sentenció prácticamente el partido con efectividad máxima y la genialidad de Adrián, primero con un centro medido sobre Garre, que remataba a placer de cabeza y ya en tiempo de descuento sacándose de la manga un centro a Víctor Abajo, que no había estado especialmente afortunado en el pase hasta ese momento, pero que sorprendió con un taconazo genial para habilitar a Dani Burgos. Un medio centro defensivo y un lateral derecho pisando prácticamente el área pequeña en una jugada de elaboración, de sorpresa.

Más allá de estos dos goles, cierto equilibrio en el juego y contadas llegadas, pero con la sensación de tener controlado el encuentro el cuadro local. En la segunda mitad el partido se desarrollaba prácticamente igual. Si se quiere, con un poco más de intención, y nulo acierto, de los visitantes. Sólo al final, en una jugada embarullada lograba acortar distancias La Bañeza, que un minuto después estrellaba un balón en el palo. Hubiese sido demasiado premio para el equipo visitante.