La biomasa se ha convertido en una fuente de energía de primer nivel entre los consumidores palentinos y la renovable que mayor potencial de crecimiento ha experimentado en los últimos años. En el caso de Palencia, esa evolución es mayor que en el resto de provincias españolas, hasta el punto de que durante varios años ha liderado el ranking en cuanto al número de estufas y calderas de biomasa instaladas a nivel nacional.

De hecho, el número de instalaciones de estas características se ha multiplicado por veinte desde 2008, según se desprende del Informe Anual del Observatorio de la Biomasa desarrollado por la Asociación Española de Valorización Energética de este combustible (Avebiom).

Hace once años, en la provincia había 1,52 instalaciones por cada 1.000 habitantes, es decir, en el territorio palentino había una cantidad total de 263 estufas y calderas funcionando que se alimentaban de materia orgánica. Un año después la cifra se duplicó y Palencia, junto con Soria y Segovia, lideró el número de instalaciones a nivel nacional. Fue en el 2010 cuando la biomasa como combustible se popularizó a otras provincias españolas, sobre todo, castellanas y leonesas, manchegas y aragonesas, y fue entre 2013 y 2014 cuando se implantó en gran parte del territorio nacional. En esos años, los palentinos contabilizaban un total de 14,45 instalaciones por cada millar de habitantes.

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