20.000 agricultores mayores de 65 años reciben 120 millones

SPC
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Las opas exigen mecanismos para facilitar la cesión de tierras y, sobre todo, actuar en la cadena de valor para conseguir una profesión rentable

20.000 agricultores mayores de 65 años reciben 120 millones

El envejecimiento y la masculinización constituyen dos problemas estructurales del campo en Castilla y León, como revela el informe sobre distribución de las ayudas directas de la PAC del ejercicio 2019, publicado recientemente por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).

Las cifras absolutas analizadas por Ical reflejan que en Castilla y León había en 2019 un total de 62.814 perceptores de ayudas directas de la PAC, de los que 19.350 tenían 65 o más años, y asumían 118,1 millones de euros de los 721,5 que se repartieron. En el extremo opuesto, sólo se contabilizaron 446 beneficiarios menores de 25 años, que contaron con 8,6 millones. Asimismo, el estudio, constata que recibieron ayudas 17.515 mujeres, por un importe de 124,3 millones de euros.

El términos relativos, el 16,37 por ciento de las ayudas directas acaba en manos de mayores de 65 y más años, mientras los menores de 25 cobran apenas el 1,2 por ciento de los fondos; y las mujeres representan el 27,8 por ciento del global de perceptores y asumen sólo el 17,2 por ciento de los fondos globales. En resumen, no hay relevo en el campo.

Los datos en detalle por sexo indican que en 2019 el grueso de las ayudas se concentró en los varones de entre 40 y menos de 65 años, con 28.315 perceptores, que asumieron 415,99 millones de euros. Asimismo, se contabilizaron 4.683 profesionales hombres de entre 25 y menos de 40 años, que cobraron 91,5. Los de 65 y más años era 11.906 con 81,8 millones; mientras que los menores de 25, 394, con 7,8.

En el caso de las mujeres, la mayoría tenía entre 40 y menos de 65 años, con 9.104, y unas ayudas por 74,3 millones de euros; mientras que las de entre 25 y menos de 40 alcanzaron las 915, con 12,8 millones. En los extremos, las mujeres agricultores mayores de 65 años alcanzaron las 7.444, con ayudas por 36,2 millones; mientras que las menores de 25 solo fueron 52, con 819.016 euros de apoyo.

Por último, cabe destacar que las ayudas de desarrollo rural ascendieron el ejercicio de estudio a 75,5 millones de euros para 23.319 perceptores. Los mayores de 65 años que cobraron ascendieron a 6.894, con 7,3 millones, mientras que los menores de 25 fueron 276 con 3,5 millones. Las mujeres que recibieron estos apoyos fueron 6.713 con algo más de 15 millones; mientras que los varones fueron 16.606 con 60,4 millones.

Fortalezas y debilidades

Dirigentes de las organizaciones profesionales agrarias de Castilla y León coincidieron en demandar mecanismos que permitan la cesión de tierras para facilitar su acceso, mejorando los ingresos de las personas mayores, pero sobre todo, apelaron a actuar en la cadena de valor, para lograr que la profesión sea rentable y atractiva para el futuro, con una especial atención a la incorporación del nicho femenino.

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, reconoció que el sector está “envejecido de manera importante” con un porcentaje amplio de perceptores de la PAC con más de 65 años, y “adolece con carácter general de falta de jóvenes menores de 40”. Asimismo, asumió que el porcentaje de mujeres es bastante inferior al de los hombres.

Sin embargo, puso en valor que Castilla y León está entre las autonomías con un sector agrario y ganadero más profesionalizados, con menos gente que cobra ayudas sin ser un “agricultor de verdad” y con un mayor nivel de incorporaciones de jóvenes, un 30 por ciento mujeres, aunque “menos de los que nos gustaría”.

Dujo remarcó que siguen impulsando medidas para tratar de incorporar a más jóvenes al campo y recalcó que pretenden que el próximo PDR incluya ayudas para que los jubilados cedan sus tierras. El objetivo, dijo, es “incentivar a la persona que se jubile con un complemento para que pueda vivir dignamente dado lo bajo de las pensiones sin tener que labrar las tierras y poder cederlas a otro agricultor activo, y bajen los precios desorbitados de las rentas y de la compra venta”, dijo.

El dirigente agrario insistió en que el campo de Castilla y León tiene “muchas ganas y profesionalidad” pero advirtió de que también sufre “muchísimas dificultades” en cuestiones que no están en su mano, que dificultan hacer atractiva esta profesión. En este sentido, apuntó a los precios, a las nueva PAC y a la necesidad de más regadíos para mejorar las producciones.

Dujo sentenció que es fundamental la ley de cadena de valor, porque hace un año salieron a la calle para exigir precios dignos, y hoy cobran menos y el consumidor paga más. Asimismo, cargó contra una reforma de la PAC para 2021-2017 “catastrófica para Castilla y León” porque persigue “no producir, la reducción de las ayudas y solo habla de políticas medio ambientales”. Por último, denunció que el nuevo plan de cuenca del Duero no contempla nuevas hectáreas de regadíos y pretende reducir las regadas con aguas subterráneas en el sur, cuando la proporción de regadíos en la Comunidad es del once por ciento frente al 28 por ciento en España.

Soltar la tierra

El coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Mauel González Palacín, sentenció que los mayores “deben soltar la tierra” y apostó por que se exija en la nueva PAC que todo el que reciba ayudas está dato de alta en la Seguridad Social y en activo en el campo. “Muchos jubilados siguen con actividad, venden en b y cobran la PAC y nadie les exige estar al corriente de la Seguridad Social. Exigimos las ayudas para el agricultor genuino”, denunció.

Asimismo, este responsable agrario defendió figuras como el antiguo cese anticipado que “fue una herramienta con resultados, porque garantizaba la incorporación de jóvenes”, y advirtió de la necesidad de conseguir una actividad atractiva porque “tenemos un 40 por ciento menos de rentabilidad que la media del resto de sectores”. Así, asumió que su profesión es “vocacional” y los que se embarcan son aquellos con explotaciones ya montadas por sus padres, porque “para uno que parte de cero es prácticamente imposible”.

Jubilación digna

El secretario de La Alianza UPA-COAG, Aurelio González, puso de relieve que la situación de envejecimiento se produce porque es “muy difícil” convencer a los jóvenes de que se queden en la actividad agraria y apuntó a que el “principal problema” está en la rentabilidad de las explotaciones. “Cuando estas siempre pendiente de salvar gastos no te quedas”, dijo.

Asimismo, insistió en que en la actualidad “solo se pueden quedar los jóvenes que tienen algo que ver con el sector, con una explotación montada por los padres o con su ayudas para hacer una gran inversión, pero hay unos costes terribles para eso, con lo cual se tiene mucho miedo”.

Además, apeló a incentivar una jubilación digna para los agricultores, porque “no es de recibo que estén toda la vida trabajando y lleguen unas pensiones ridículas”. En este sentido, afirmó que si se hubiesen mantenido medidas como el cese anticipado para impulsar el relevo generacional “no estábamos como ahora”.

Por último, apostó por potenciar la incorporación de las mujeres, porque con la mecanización “pueden desarrollar perfectamente este trabajo”. Al respecto, precisó que es un nicho por el que hay que apostar y consideró la situación “muy positiva” ya que en los cursos que organizan desde UPA, dijo, principalmente participan mujeres.