Unas voces que son semilla de igualdad

DP
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Unas voces que son semilla de igualdad - Foto: Sara Muniosguren

La plaza Mayor fue escensario de la lectura del manifiesto conmemorativo del 25-N elaborado en el seno del Consejo Municipal de la Mujer, un documento que en el  Día Internacional Contra la Violencia de Género señala que los palentinos vuelven a unir sus voces para gritar «con más fuerza» por todas las mujeres que «han sido silenciadas», por todas aquellas que «han sido asesinadas», por las que «ya no están», por las que los ciudadanos siguen aquí, y también por todas aquellas personas que «creen en un mundo en igualdad».

Voces que se unieron para denunciar que «violencia es que tomes las decisiones por mí, que solo tu voz sea sentencia, que hagas y deshagas sin consentir ni considerar mi opinión. Es violencia que me infantilices por ser mujer y tener una discapacidad».

Voces que se alzaron para que «se sumen las opiniones»; para que «las decisiones sean consensuadas»; para reclamar el valor que la mujer merece.

Unas voces que son semilla de igualdadUnas voces que son semilla de igualdadEl manifiesto, cuya lectura se editó y difundió por las redes sociales del Ayuntemiento,  recogía asimismo que «es violencia contra las mujeres desalientar sus pasos, sus progresos, el menosprecio a sus sueños y que se impida su crecimiento profesional y personal». Es violencia «no respetar sus valores o su cultura», añadía. 

«Cada maltrato que ejerces sobre mí, sobre nuestras hijas y sobre nuestros hijos para hacerme daño es violencia; así como que les conviertas en armas contra mí y en correas trasmisoras de tu maltrato»,  según el manifiesto. En este se señalaba también que ayer se unían voces para revindicar los buenos tratos en la familia, para apostar por compartir las labores del hogar y de los cuidados, para salvaguardar la vida, así como   erradicar la brecha de sueños, reinventar las relaciones entre dos basadas en el respeto. 

Voces que se alzaron para devolver a las mujeres el lugar que les corresponde en la historia, defender sus aportaciones y su lucha.  Para denunciar la violencia de género, seguir luchando por el respeto a las mujeres y revindicar su derecho al bienestar y a la vida. «Hoy más que nunca unimos nuestras voces para seguir siendo semilla de igualdad», concluyó.

La yutera. En el campus palentino de la Universidad de Valladolid se dio lectura al manifiesto consensuado en la Red de Unidades de Igualdad de Género de las Universidades Españolas para la Excelencia Universitaria, en el que se señala que la violencia contra las mujeres es la máxima expresión de la desigualdad de género en el mundo, considerada así en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing 1995) y cuya erradicación es meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 en la Agenda 2030.

 «Uno de nuestros objetivos prioritarios es colaborar con los poderes públicos y la sociedad en su conjunto para contribuir a eliminar cualquier forma de violencia hacia las mujeres, que adquiere mayor crueldad a través de la violencia vicaria: aquella ejercida sobre los seres queridos, en especial hijas e hijos, que son considerados un medio o instrumento para causar el máximo dolor, siendo utilizados frecuentemente como un método de amenaza».

Desde el ámbito universitario, las Unidades de Igualdad trabajan para la prevención de la violencia contra las mujeres. «El acoso sexual o por razón de sexo en la esfera laboral y académica, los abusos y agresiones sexuales en entornos festivos, la violencia psicológica, punto de partida de otras violencias materiales, y todo tipo de discriminaciones, directas o indirectas, es objeto de nuestro esfuerzo para su eliminación». 

En el manifiesto se hacía referencia a la manera de contribuir a la consecución de la igualdad efectiva y a la erradicación de las formas de violencia en las universidades y en la sociedad a la que sierve. «Mientras siga existiendo esta dramática realidad, las universidades nos comprometemos a que todos los días del año sean 25 de noviembre».