El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJ) ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial, que condenó el pasado mes de enero a once años de prisión a un hombre como autor responsable de los delitos de amenazas (dos años) y abuso sexual (nueve años) a su mujer. Además, ha estimado parcialmente el recurso de la Fiscalía, por lo que el alto tribunal de la región ha aumentado hasta13 los años de prohibición de aproximación y comunicación con la víctima.
La sentencia, en la que los magistrados aprecian el agravante de parentesco y de género, no es firme y cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Los hechos se remontan a las 21 horas del día 9 de septiembre de 2017, en el domicilio conyugal en Palencia, donde «el acusado mantuvo relaciones sexuales con acceso carnal con su esposa en contra de la voluntad de ésta y considerando que por ser mujer tenía derechos sobre ella. Poco después, la mujer remitió varios mensajes de texto telefónicos a una amiga indicándole que el hombre quería matarla». De esta forma, «la víctima en ningún momento medió consentimiento a mantener relaciones sexuales con su esposo, por lo que el acusado atentó contra la libertad y la indemnidad sexual de la denunciante y como es manifiesto la libertad sexual no se limita o se restringe por el hecho de que la mujer fuera la esposa del acusado».
Después del acto sexual no consentido y de que la víctima se fuera a su dormitorio, el acusado mantuvo «una actitud de intimidación» hacia la víctima que la hacía temer por su vida. Así, la agarró del cuello, exhibió un cuchillo de 20 centímetros que había afilado y la intimidó gravemente.
Este hecho, además, fue el detonante de que saliera a la calle dando gritos para pedir auxilio y llamara a la Policía; y ello sin olvidar que ya en 2015 fue condenado el acusado por haber agredido a su esposa con un cuchillo; «lo que causó especial temor a la mujer y temió de modo efectivo por su vida», esgrime la sentencia. La condena incluye la «indemnización a la mujer en la cantidad de 10.000 euros, por los perjuicios morales y psicológicos sufridos.