Hacer frente a la crisis climática desde la educación

A. Benito
-

El colectivo Alianza por el Clima plantea poner en común lo que cada centro está haciendo en este ámbito y, si es posible, trabajar de forma conjunta para evitar las peores consecuencias del calentamiento global

Hacer frente a la crisis climática desde la educación - Foto: Óscar Navarro

La biblioteca pública de Palencia acogió el pasado lunes un encuentro convocado por el colectivo Alianza por el Clima para desarrollar un grupo de trabajo frente a la crisis climática. La reunión, dirigida a los docentes, madres y padres de los centros de Educación Primaria y Secundaria de la provincia, contó con la participación de una veintena de personas, entre las que también se encontraban representantes de la Red de Escuelas para la Sostenibilidad, de la ONG Ingenieros sin Fronteras, de la Escuela de Enfermería y de Escuelas Campesinas.


«Como es sabido, en las próximas décadas la humanidad se enfrenta a retos como pocas veces se han vivido en la historia y que van a marcar un punto de inflexión en nuestra forma de vivir. Nos encontramos ante una crisis múltiple, marcada por el aumento de la temperatura global de la Tierra (acelerada en los últimos veinte años), el descenso inminente de la disponibilidad de energía y materiales, y la pérdida de la biodiversidad, tres hechos que ponen en peligro las condiciones básicas para una vida digna en nuestro planeta», apuntan desde el colectivo integrado por veinte asociaciones entre las que se encuentran Amnistía Internacional, Palencia Ciudad Refugio o Ecologistas en Acción. 


En este sentido, Alianza por el Clima trasladó hace algunos meses una moción al pleno del Ayuntamiento de Palencia solicitando la declaración de la emergencia climática, una propuesta que fue rechazada por Ciudadanos, el PP y Vox y que, por lo tanto, no salió adelante. «Soy profesor y creo que es crucial trasladar este tema a la educación», indica al respecto Alberto Cuesta, portavoz de la plataforma, que con la convocatoria del pasado lunes invitó a los centros a poner en común lo que cada uno está haciendo en este ámbito y valorar si se sigue trabajando individualmente o si, por el contrario, se puede poner en marcha algún proyecto colectivo.


«El encuentro fue una primera toma de contacto, pero nuestra intención es que esto tenga continuidad en el tiempo y no se quede en un puñado de acciones aisladas», continúa Cuesta a la vez que indica que «habrá otra reunión a finales de febrero o principios de marzo», por lo que la previsión es que, de ponerse en marcha alguna iniciativa conjunta, esta sea para el curso 2020-21. 


«La crisis climática ya está aquí. Los más jóvenes van a ser los más afectados si no hacemos nada por hacer frente a esta emergencia. Por eso es responsabilidad de los adultos, y en especial de los profesores, hacerles entender lo que está pasando», subraya este docente, cuyo deseo es que se sume más gente en la próxima reunión y los centros educativos de toda la provincia, a pesar de su dispersión geográfica, trabajen de manera coordinada en este ámbito.


Consideran también los integrantes de la coordinadora palentina que el tiempo para reaccionar es muy escaso. «No podemos poner en manos de nuestros alumnos e hijos, debido a su juventud, la responsabilidad de resolver estos grandes problemas de los que van a ser víctimas. Por eso creemos que es una obligación moral de los docentes y de las madres y padres dotarles de conocimientos, valores y destrezas para hacer frente a la crisis civilizatoria en curso», señalan al tiempo que aseguran que dentro del grupo ya se han desarrollado algunas iniciativas al respecto y es posible implementarlas dentro del currículo oficial de manera interdisciplinar.


CURSO DEL CFIE. Otra de las propuestas que surgió durante el encuentro que se celebró en la biblioteca pública fue la de crear un curso sobre la crisis climática a través del Centro de Formación del Profesorado e Innovación Educativa (CFIE), tomando como referencia al Grupo Economía, Energía y Dinámica de Sistemas, que depende de la Universidad de Valladolid y dirige el proyecto más importante de la Unión Europea sobre el agotamiento de los recursos.