El arte sale del quirófano

A. Benito
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39 obras han pasado este año por las manos de los diez técnicos del Taller de Restauración impulsado por la Diócesis y la Diputación. Pinturas sobre lienzo y tabla, relieves, piezas textiles y esculturas, entre otros bienes, recuperan su esplendor

El arte sale del quirófano

Cada año, la Diputación y la Diócesis unen esfuerzos para recuperar parte del esplendor del magnífico y vasto patrimonio artístico que atesora la provincia. A través del Taller de Restauración, ambas instituciones promueven, además, el empleo, y avanzan en la conservación de los bienes que poseen las diferentes localidades de la provincia. 

Este año han sido 39 las obras que han pasado por las manos de los diez técnicos que llevan a cabo el taller, aunque como indica su coordinadora, Celia Rosa, «el número no es lo más importante», sino el resultado, y este, sin duda, depende del buen hacer de los profesionales y de su dedicación. «A la hora de seleccionar las piezas prima el estado en el que se encuentran, sobre todo, si peligra su pervivencia», asegura Rosa al tiempo que explica que también se tiene en cuenta la importancia artística y religiosa de las obras. 

Asimismo, la Diócesis y la Diputación procuran hacer una selección que incluya bienes procedentes de distintos puntos de la provincia. «El objetivo es que cada pueblo tenga, al menos, su pieza clave en buenas condiciones», continúa la coordinadora del taller.

El arte sale del quirófanoEl arte sale del quirófanoEn cuanto a los criterios que los técnicos en restauración textil, escultórica y pictórica aplican a la hora de intervenir en las obras, el más importante es el de salvaguardar su estado de conservación. «Nosotros siempre hablamos de consolidación global», apunta Rosa, de tal forma que las reintegraciones volumétricas solo se realizan cuando son necesarias para la estabilidad de la pieza. En cuanto a la iconografía, cuando los expertos recomponen cromáticamente una determinada obra, es muy importante que esa actuación sea distinguible. «La intención es que la obra se entienda de lejos y al acercarse sea evidente la intervención», puntualiza.

Como todo, el taller se ha visto afectado este año por la situación sanitaria. «Es verdad que el parón provocado por el confinamiento ralentizó el ritmo, pero la mayoría de las obras están ya devueltas», destaca Celia Rosa. Esta, sin embargo, lamenta que no se haya podido celebrar la tradicional exposición con la que se pone fin a las intervenciones. «Creo que se trata de una muestra muy importante porque, por un lado, los palentinos pueden ver la calidad artística de su provincia y, por otro, tienen oportunidad de valorar nuestro trabajo», añade.

Precisamente, que la restauración sea la mejor posible es el principal objetivo de los técnicos. De ahí que este año, como otros, no se hayan podido finalizar algunas intervenciones. «Algunas piezas han quedado tratadas, como un relieve de Los Llazos en el que se ha consolidado la policromía para evitar que esta se desprenda del soporte, pero al año que viene tendremos que dar continuidad a los trabajos», expresa Rosa. 

El arte sale del quirófanoEl arte sale del quirófanoPor otro lado, cabe destacar de entre todas las restauraciones la realizada sobre el cuadro Santa Úrsula y las 11.000 vírgenes, una pintura del siglo XVI que, desde el XVIII se ubica en el trascoro de la capilla Mayor de la catedral (anteriormente se localizaba en la capilla de Santa Úrsula, conocida hoy en día como capilla de San José o de Santa Teresa). La pieza fue encargada y pagada en 1531 por el pintor conocido como Maestro Benito, seguidor y/o discípulo de Juan de Flandes. Realizado en cuatro paneles de madera de pino, el cuadro mezcla pintura al temple y retoques al óleo.

SEXTA EDICIÓN.  El Taller de Restauración ha alcanzado este curso 2019-20 su sexta edición y gracias a él se han recuperado obras de autores tan significativos como Alejo de Vahía, Juan de Valmaseda y Juan de Villoldo. Con respecto al presupuesto, la institución provincial ha destinado en este ejercicio alrededor de 120.000 euros. 

En total, se han recuperado cinco pinturas sobre lienzo y once sobre tabla, ocho esculturas exentas y tres relieves, un sagrario, una capilla portátil, la mazonería de un retablo, un marco de gran tamaño y ocho piezas textiles. En lo referente a su procedencia, hay obras de Becerril de Campos, Calahorra de Boedo, Capillas, Carrión de los Condes, Cisneros, Frechilla, Fuentes de Nava, Herrera de Valdecañas, Lebanza, Los Llazos, Osorno, Palencia, Piña de Campos, Riberos de la Cueza, Saldaña, Torquemada, Valdecañas, Villanueva de los Nabos, Villanuño de Valdavia, Villarrabé y Villasabariego de Ucieza. 

El arte sale del quirófano
El arte sale del quirófano
El taller concluyó hace unos días y durante su clausura la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, valoró el trabajo esmerado y cualificado de las diez personas que han trabajado en él. También mostró su satisfacción por el apoyo de la institución a esta iniciativa que, cada año, «consigue devolver su gran valor a decenas de piezas artísticas, además de responder al aprecio que se tiene de ellas en las localidades en las que se conservan». En este sentido, Armisén agradeció la sensibilidad hacia el abundante patrimonio artístico y religioso de la provincia que muestran el Obispado, las parroquias, las cofradías y la comunidad de feligreses católicos.