"Somos como tomarte un LSD pero sin tomarte un LSD"

Jesús Hoyos
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La banda de rock andaluz inaugura hoy la segunda edición del Micro Palencia Sonora

"Somos como tomarte un LSD pero sin tomarte un LSD"

Influencias del rock setentero de Led Zeppelin. Un flamenco y psicodelia que beben de Camarón y Triana. Una mezcla explosiva a la que Derby Motoreta's Burrito Kachimba suma el trabajo de sintetizadores y que culmina en lo que ellos mismos han llamado 'kinkidelia'. Han arrasado en festivales y en el panorama independiente nacional. Hoy debutan en Palencia en el concierto de apertura de la segunda edición del Micro Palencia Sonora.

 

Lo primero de todo, para quien no les conozca, ¿quiénes son Derby Motoreta’s Burrito Kachimba? ¿De dónde vienen y cómo surge el grupo? 

Derby Motoreta’s Burrito Kachimba es una banda de música que combina elementos rock, stooner, psicodélia, metal, blues y flamenco en un potaje sónico al que le hemos dado el nombre de “kinkidelia”. Venimos desde la ciudad del Arco Iris, también conocida como Sevilla, y el grupo surge por una afortunada sucesión de casualidades y causalidades que precipitaron las circunstancias propicias para el encuentro de los miembros en un mismo espacio tiempo allá por el verano de 2017. A partir de ahí, tocar y tocar.

 

¿Tenía ya alguno de sus miembros cierto background musical antes de su disco debut?

Sí, todos habíamos tenido otras bandas, habíamos grabado y girado con ellas. No somos nada nuevos en esto.

 

¿Cómo vivió el grupo a nivel interno el despegue explosivo de la banda desde 2019?

Como un auténtico sueño, como si por fin nuestros deseos se hicieran realidad.

 

¿Se esperaban la acogida que tuvo su primer disco o la enorme presencia y aceptación en distintos festivales?

Para nada, siempre trabajas para que eso suceda pero, como ya comentábamos antes, el hecho de tener experiencia en eso nos hacía estar muy tranquilos con las pretensiones de la banda. De hecho, salimos al mundo con cero pretensiones y muchas ganas.

 

Ese éxito y la posterior gira parece que les curtió y se reafirmaron con 'Hilo negro'. ¿Afecta al proceso creativo llevar ya ese bagaje?

Por supuesto, al principio todos teníamos ya experiencia en esto de la música, pero es en la gira de nuestro álbum de debut cuando la banda coge musculo entre ella. Es ahí donde nos convertimos en lo que somos ahora y evidentemente eso se nota en el disco: hay mayor cohesión, mayor control, nos conocemos infinitamente más.

 

Además, la pandemia retrasó el lanzamiento del disco. ¿Les sirvió a ustedes ese periodo para mejorarlo y preparar más calmadamente su salida al mercado, así como la gira de verano?

Bueno, en cuanto a la gira no tanto. A día de hoy todavía es difícil programar conciertos. Pero lo que sí nos sirvió es para dedicarle todo el tiempo que necesitaba. Pudimos centrarnos mucho en el disco a nivel de nuevas composiciones, nuevos arreglos, nuevas ideas que surgieron durante la parada por la Covid-19.

 

La crítica destaca enormemente el poderío de sus directos, ¿les afectan demasiado las nuevas medidas sanitarias a la hora de disfrutarlos?

La verdad es que estamos deseando poder tocar como antes de la Covid-19 con toda la gente de pie a tope pero, entre nada y esto, elegimos esto. Somos animales de escenario y el parón ya empezaba a afectarnos mentalmente. Necesitamos los escenarios como un animalillo el campo. Así que también estamos disfrutando de este formato, donde hay menos explosividad y más mimo por los pequeños detalles.

 

¿Qué pueden esperar los asistentes del concierto de inauguración de este año?

Pues un viaje kinkidélico a través del infinito universo interior, como tomarte un LSD sin tomarte un LSD, vaya.

 

Y ustedes, ¿qué esperan de la ciudad y su gente? ¿Tienen alguna referencia?

Pues estamos deseando disfrutar del público al máximo, no tanto de la ciudad porque no nos va a dar tiempo ya que al día siguiente tocamos en Sevilla. Pero sí disfrutar de las gentes de aquí y de un festival al que ya le teníamos muchas ganas aunque sea en formato reducido por la Covid-19. Esperemos que el año que viene podamos volver con todo a tope.

 

Se les pone la etiqueta de “reyes del rock andaluz”, aunque han declarado que su propuesta es distinta. Le llaman ‘kinkidelia’, ¿en qué consiste exactamente? 

Es una etiqueta creada por nosotros mismos para tener un espacio de creación ajeno a cualquier ruido que nos impida crear libres.

 

¿Supone esa etiqueta en todo caso llevar mucho peso encima allá por dónde van? La sombra de Triana es alargada...

Claro, ni siquiera nosotros como fanes de Triana y el rock andaluz pensamos que estamos en esa liga. Existen muchas conexiones pero nosotros intentamos hacer lo nuestro, al menos lo intentamos.

 

Por último, han compuesto la banda sonora de la nueva película de Daniel Monzón, ¿cómo llega esa colaboración y qué les pareció el trabajo con uno de los grandes de nuestro cine?

Pues nos contactaron como a mitad del verano de 2020 para que hiciéramos una canción, a lo cual accedimos sin pensarlo. Y en un par de semanas nos volvieron a contactar para proponernos hacer todo el resto de la banda sonora de la película, como cuando la chica que te gusta te dice que tú también le gustas. Una auténtica pasada. Trabajar con Daniel y su equipo ha sido un auténtico placer, ha sido un trabajo duro y laborioso pero muy reconfortante, solo hemos visto un primer montaje con las músicas en maqueta y acabamos todos llorando y abrazándonos.