La tercera reunión de la Comisión Negociadora del convenio de Renault se cerró ayer sin ningún tipo de acuerdo. La empresa calificó la propuesta sindical de «muy poco realista al encarecer costes en un 56% con la consiguiente pérdida de competitividad» y los representes de los trabajadores exigieron garantías de futuro y, como condición previa a cualquier negociación, que exista una efectiva adjudicación de nuevos modelos. Por lo tanto, se decidió posponer la negociación colectiva a enero, donde el grupo automovilística tiene previsto presentar el Plan Estratégico y los nuevos vehículos que se fabricarán en los próximos años en las plantas españolas.

Desde la Sección Sindical de UGT se indicó que se toma conciencia de la difícil situación que plantea la compañía. «Pero sobre todo somos responsables con las inquietudes y necesidades de los trabajadores, que precisan saber qué modelos van a venir a la factoría de Palencia tras anunciarse que Megane será eléctrico y se fabricará en Francia», afirmó.

Comisiones Obreras añadió que «sin futuro no puede haber negociación» y señaló que la empresa  planteó que aceptaría negociar un convenio para cuatro años, «siempre que se respeten sus condiciones propuestas para los dos primeros años» y que está abierta a negociar el Plan de Igualdad durante el primer año.

Desde CGT se consideró «fundamental» despejar el futuro de las factorías de Renault antes de abordar ningún tipo de negociación. «La Dirección de la empresa, en un tono bastante autoritario, ha declarado que no se encuentra en estos momentos en disposición de trasladar ninguna información al respecto y las negociaciones han quedado paralizadas. Está claro que no estamos dispuestos a aceptar ningún chantaje de la empresa», indicó.

Trabajadores Unidos manifestó que nunca pondrá sobre la mesa de negociación los derechos laborales a cambio de una hipotética carga de trabajo. «Esto debe de ser una enmienda que la corresponde a la propia empresa. Para eso, entre otras cosas, ha recibido innumerables cantidades en forma de subvenciones gubernamentales a cambio de crear empleo, y en el caso de Renault, si se puede denominar así, es del todo precario», dijo.