El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, compartió ayer durante una visita a León su preocupación por los «nubarrones que pueden hacer peligrar el camino de la recuperación iniciado». «Nubarrones» en forma de reforma laboral, subida de cotizaciones a la Seguridad Social y del «desbocado alza» de los precios de la luz y los combustibles.
«El tiempo ha dado la razón a quienes desde la Comunidad nos opusimos al cierre precipitado de las minas y las térmicas», expuso el presidente autonómico en alusión directa a la central de Velilla del Río Carrión, cuya torre de refrigeración quedó reducida a escombros tras una voladura controlada con 82 kilos de explosivos el pasado día 28 de octubre.
Asimismo, Mañueco advirtió que esta «apresurada decisión» supuso, además, «un triple error»: más paro y reducción de la población, pérdida de ayudas de Bruselas de las que sí van a disfrutar otras regiones de la Unión Europea que las mantienen abiertas y la subida del precio de los productos energéticos, derivando en un incremento del IPC «hasta cotas desconocidas en los últimos 30 años». Y todo, censuró Fernández Mañueco, «ante la pasividad del Gobierno, mientras las familias y empresas sufren el golpe y sus consecuencias dañinas para sus bolsillos».
Finalmente, el presidente de la Junta de Castilla y León aprovechó para reclamar una transición ecológica inteligente. «Hay que saber gestionar con eficacia las apuestas de futuro para que no se conviertan en un problema del presente», advirtió.