Organizar el transporte que garantizaba el abastecimiento del reino y las necesidades de la corona. Ese fue el objetivo con el que los Reyes Católicos instauraron en 1497 la Junta y Hermandad de la Cabaña Real de Carreteros, Trajineros, Cabañiles y sus Derramas, un organismo soriano-burgalés que, según el Catastro del Marqués de la Ensenada (1753), estaba compuesto por 1.112 carreteros poseedores de 8.642 carretas de las que 6.000 eran de puerto a puerto, es decir, capaces de ir de Santander a Sevilla con 22.331 bueyes y vacas serranas negras.

"Los transportes de los carreteros habitualmente servían a la corona tropas y vituallas, obras oficiales como El Escorial, maderas y alquitranes de la Real Armada a los puertos del Cantábrico, monopolios como los de la sal de Poza, Añana o Imón y, siempre, el abastecimiento a la Villa de Madrid. Entre los transportes privados destacaban el de la lana para la exportación, el del negocio de ultramar con Sevilla y, sobre todo, el de madera para multitud de edificios, algunos de ellos singulares como el Conjunto Palacial de la Villa de Lerma o la Catedral de Burgos", apuntan desde la Cabaña Real de Carreteros, una asociación que surgió en 1998 con el objetivo de recuperar la cultura y la historia carretil, así como su fórmulas comunales cooperativas en el aprovechamiento de los bosques. 

Desde entonces, muchas han sido las actividades que el colectivo de Quintanar de la Sierra (Burgos) ha puesto en marcha para evitar que ciertas tradiciones caigan en el olvido. Entre ellas, destaca la Ruta Carretil, una iniciativa que lleva desde el año 2000 recorriendo con sus yuntas los tradicionales itinerarios de los carreteros y otros de importancia histórica como el Camino de Santiago o el Sepelio de Felipe El Hermoso por Juana I de Castilla. 

Entre vacas y carretas

En esta ocasión, Aguilar será hoy punto de partida de un trayecto que atravesará varias de las localidades que integran el Geoparque Las Loras para llegar el domingo a Villadiego. Así, y a lo largo de 62 kilómetros, la Cabaña Real de Carreteros rendirá homenaje a los trabajadores de un oficio que comenzó a desaparecer en los años 50 y explicará al público cómo era el sistema de transporte de mercancías que había antes de que aparecieran el tren o los vehículos a motor.

"La red de carreteros era tan importante que estos incluso contaban con numerosos privilegios", indica Antonio Martín, presidente de una agrupación integrada por unas 40 personas cuyo fin es poner en valor los recursos culturales, etnográficos y forestales de las sierras de Las Lanzas y del Duero. "En este mismo sentido, la Diputación de Soria apostó hace algunos años por salvar la raza serrana negra, criada específicamente para realizar trabajos rústicos. Su labor y la de los ganaderos impidió la desaparición total de esta clase de animales", continúa Martín.

De hecho, en la actualidad hay menos vacas serranas negras que linces ibéricos, unas 300, y yuntas como las que completarán la Ruta Carretil, tan solo medio docena. De ahí la importancia de la labor desarrollada por el colectivo que ayer se acercó hasta Aguilar para, antes de iniciar el recorrido, explicar su proyecto a los estudiantes de la comarca y a los vecinos que decidieron acercarse hasta la Biblioteca Municipal Bernardo El Carpio.

Entre vacas y carretas

INSCRIPCIONES. Aunque ayer ya se uncieron las yuntas y se realizó un pequeño paseo por Aguilar, la actividad comenzará hoy con la primera etapa, que saliendo de la villa galletera atravesará Villallano, Villaescusa de las Torres, Villacibio y Pozancos para finalizar en Rebolledo de la Torre. El viernes llegará hasta Humada, el sábado hasta Villanueva de la Puerta y el domingo a Villadiego.

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La ruta, con la que los miembros de la Cabaña Real de Carreteros pretende mostrar su apoyo al Geoparque Las Loras,  es pública y gratuita, no obstante, quienes quieran hacer uso del alojamiento comunal y la manutención tendrán que inscribirse previamente a través del correo electrónico crc@cabanarealcarreteros.org o por whatsapp en el 617889040.