Un recuerdo imborrable

David del Olmo
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Este lunes 22 de junio se cumple un año del fallecimiento de Conchi Paredes, la fenomenal atleta palentina, 18 veces campeona de España de triple salto, prueba en la que fue olímpica en Atlanta y donde compitió en siete Mundiales y cinco Europeos

Un recuerdo imborrable

Hace justo un año (hoy se cumple el primer aniversario) fallecía María Concepción Paredes Tamayo (Palencia, 19 de julio de 1970), una de las grandes figuras en la historia del deporte palentino y también del nacional, donde fue la gran impulsora de la prueba del triple salto, que dominó durante una década, inspirando a las siguientes generaciones y dejando una profunda huella por sus valores como persona en quienes la conocieron.

La pérdida de una mujer tan joven (iba a cumplir 49 años en apenas un mes) tras un larga enfermedad (luchó contra el cáncer prácticamente desde su retirada) recordó a muchos aficionados al atletismo la gran trayectoria de una trabajadora incansable, como la definen aquellos que la entrenaron, en sus inicios en el Club de Atletismo Puentecillas, Luis Ángel Caballero, y en sus mejores años (en la década de los 90, entre los 20 y los 30 años, cuando vistió los colores del mítico Club Larios, referencia nacional e internacional en ese tiempo), el abulense Santiago Moreno.

PRIMEROS AÑOS. Lo recuerda Caballero, inicial entrenador de la atleta, que hizo sus primeros pinitos en el colegio, en el Ave María, y perteneció a la escuela de atletismo del Puentecillas desde los 15 años.

Un recuerdo imborrableUn recuerdo imborrableDestacada en los saltos, ya logró 1,76 metros (a solo 1 cm del récord de España júnior de Isabel Mozún, igualando también la plusmarca al aire libre, en poder de Virginia de la Torre) en la altura poco antes de cumplir 17 años. Fue en el Trofeo Virgen de la Calle, el hoy llamado Trinidad Arroyo, donde también alcanzó los 5,73 en la longitud, mejor marca de 1987 entre las júnior españolas, como relató Pedro Miguel Barreda en su libro Contando nuestro atletismo (Fundación Provincial de Deportes, 1989).

Conchi, relata Caballero, «era una trabajadora nata, se tomaba muy en serio el atletismo, además de tener muy buenas facultades. Era una chica que se llevaba muy bien con todos, muy alegre, hacía grupo». Paredes fue una de las primeras mujeres a las que entrenó en la recién creada escuela de atletismo. Posteriormente se marcharía fuera de Palencia y, aunque entrenara en Ávila desde el comienzo de los 90, nunca se olvidó de su primer club y sus integrantes: «hemos seguido en contacto. Como vivía en Madrid, cuando estaba cerca iba a vernos en los Campeonatos de España. La relación siempre ha sido muy buena».

Habitual fue su presencia en el Campo de la Juventud con motivo del Trofeo Feria Chica, no solo como atleta (en las últimas ediciones acudió a la cita, recordando y repartiendo sonrisas ya como espectadora de excepción a pie de pista), donde este año estaba previsto que se rindiera un homenaje a su figura (incrementando el nivel competitivo del triple en su honor). Pero la pandemia lo  ha impedido y deberá ser el año próximo.

Un recuerdo imborrableUn recuerdo imborrableIMPULSORA. Dice la Federación Española de Atletismo en su documento sobre la cronología de los récords nacionales, en su apartado de saltos, hablando del triple, que ella «fue la gran impulsora de esta especialidad en España. Un total de 11 récords de España al aire libre, fue alargando más y más el récord hasta llevarlo a 14,30 en 1994, que se mantuvo ocho años en lo más alto».

No sería hasta 2002, cuando precisamente un 22 de junio, Carlota Castrejana lograría actualizar su marca, hasta los 14,51. La otra atleta que ha saltado más que la palentina estos 25 años ha sido Ana Peleteiro (14,73 en el Europeo de pista cubierta de 2019 en Glasgow).

Era la época de auge de la prueba, pues aunque hay registros de los años 40 (las auténticas pioneras, como la madrileña Eulalia Santos, que ya saltaba 50 años antes de que el triple salto femenino se convirtiera en una prueba oficial) fue en el 90 cuando se puso en marcha en España. Fuera de ella, el Mundial del 93 en Stuttgart, el Europeo de Helsinki en el 94 y los Juegos del 96 en Atlanta dieron el pistoletazo de salida a las mujeres y, en general, sirvieron para que en España, la aparición de Conchita Paredes (así consta en el palmarés de los Premios del Deporte Palentino de 1992, como Mejor Deportista) supusiera un impulso para la especialidad. Sirva un dato: cuando Paredes compitió en Helsinki (fue novena, con 13,68), hacía 23 años (desde el 71, también en Helsinki, con el donostiarra Luis Felipe Areta) del último triplista español participante en un Europeo al aire libre. Y, como reseñaba Carles Gallén en Mundo Deportivo en su balance de la cita continental, «Conchi Paredes, que se metió en la final de triple, fue la única que se salvó» en los concursos.

Esa extraordinaria década de los 90 en su carrera la palentina la vivió en Ávila, donde entrenaba con Santiago Moreno (San Miguel de Cornesa, 1964), a su vez saltador en activo (plusmarquista nacional masculino con 16,93 entre 1991 y 2017, hasta la irrupción de Pablo Torrijos, el actual estandarte nacional en la prueba) y compañero en el Club Larios (donde ella llegó del Puentecillas, previo paso por el At. Valladolid).

El primer Campeonato de España con la prueba incluida de forma oficial en su programa fue el de pista cubierta de San Sebastián en 1990. Lo ganó la madrileña Carmen Murga (12,83). Meses después, el 11 de agosto, una veinteañera palentina ganaba en el estadio de Chapín (Jerez de la Frontera) el Nacional de verano, el primero al aire libre con triple salto femenino. Vencía con 12,75, a 40 centímetros de su récord de España (13,15, el tercero que lograba ese año entre mayo y junio).

Recordaba en 2014 Miguel Villaseñor (Atletismo Español-RFEA) en un reportaje con motivo de los 25 años del triple salto femenino en España, que «el 9 de mayo de 1990, en el Vallehermoso madrileño, una española, Conchi Paredes, superaba por primera vez los 13 metros». Fueron 13,08, el segundo récord que batió.

En aquel reportaje hablaban atletas como Aurora Lario, tres años más joven que la palentina y bronce en el primer campeonato ganado por Paredes: «lo primero que me viene a la cabeza cuando oigo triple salto es a la excepcional saltadora de mi época y gran persona Conchi Paredes Tamayo». Y Raúl Chapado, actual presidente de la RFEA, entonces era el plusmarquista nacional masculino: «No cabe ninguna duda de que el rendimiento del triple salto femenino español a nivel internacional ha superado notablemente al masculino. Conchi, Carlota, Patricia [Sarrapio] y Ana son la evidencia».

Desde el citado 11 de agosto del 90 hasta el 24 de julio de 1999 solo hubo una campeona de España de triple salto. Tras 18 oros consecutivos (nueve en pista cubierta, nueve al aire libre), Niurka Montalvo (nacida en Cuba, desde ese año compitió como española) relevó a Conchi Paredes en el estadio de La Cartuja de Sevilla.

11 récords de España en cuatro años (90-94), mejorando casi dos metros (1,81) su registro en ese tiempo hasta sellar el 14,30 como mejor marca personal para la historia del atletismo español. Y fuera de las fronteras españolas, tras estrenarse en el Europeo bajo techo de Sevilla (1991, aún como prueba no oficial, pues le faltaban dos años para serlo en las citas internacionales, como queda dicho), donde fue décima, encadenó nueve años intensos, con tres Mundiales al aire libre (Stuttgart’93, Gotemburgo’95 y Sevilla’99) y cuatro bajo techo (Sevilla’91, Toronto’93 -sexta-, Barcelona’95 y París’97), un Europeo al aire libre (Helsinki’94) y cuatro en pista cubierta (Génova’92 -octava-, Paris’94, Estocolmo’96 y Valencia’98), además de unos Juegos (Atlanta’96).

Una carrera brillante protagonizada por una atleta luchadora, de las que no se rinden, siempre con una sonrisa en los labios, que se ganó el cariño del mundo del atletismo español y será para siempre unos de los grandes símbolos del deporte palentino, a los que hace justo un año dejó huérfanos. Aunque para siempre permanecerá en el recuerdo.