Camino de Santiago: la cruda realidad

Sergio Borja
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Los alojamientos del tramo palentino de la Ruta Jacobea pierden el 93% de ocupación

Camino de Santiago: La cruda realidad - Foto: Juan Mellado

Se avecinan tiempos difíciles para las familias que viven del hospedaje de peregrinos en el Camino de Santiago a su paso por la provincia, y es que, este año 2020, está siendo muy duro para todos. En julio de 2019 se alojaron en los albergues de la provincia 25.000 personas, mientras que este año no llegan ni a mil. En Carrión de los Condes, el año pasado recalaron 17.693 peregrinos. Sin embargo, este año, solamente pasaron por allí 1.559 personas, un dato «muy alarmante», afirma Ángel Luís Barreda, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago. Tras una reunión mantenida entre varios de esos albergues, se llegó a la conclusión de que el pasado mes, «el número de peregrinos que se alojó en albergues del Camino Francés en la provincia, decayó un 93 por ciento con respecto al año anterior en estas mismas fechas», según explica José Ángel Gallego, dueño del albergue Vicus de Frómista.


Este año, en el Camino Francés solamente hay abiertos cinco de los doce albergues que se encuentran en Palencia. Los alojamientos de peregrinos Estrella del Camino y Vicus, relatan que si la situación no mejora de cara al año que viene, se verán abocados a cerrar definitivamente sus puertas porque la afluencia de peregrinaje en sus instalaciones, está «muy por debajo del mínimo histórico de ocupación».


Bien es cierto que aunque Vicus haya visto la luz hace menos de un año -nació en septiembre, pero cerró el 14 de marzo y ha vuelto a abrir el 1 de agosto- «después de la pandemia y el cierre de fronteras con otros países - aunque todavía viene gente de lugares como Francia, Alemania e Italia-, se ha incrementado el cierre de albergues en el Camino de Santiago en un 30 o 40 por ciento, porque los que dependen de empleados, tienen que cerrar», añade Gallego.

Camino de Santiago: La cruda realidad Camino de Santiago: La cruda realidad - Foto: Juan Mellado


«Está siendo un año nefasto», declara el dueño de Vicus. «Son cifras muy alarmantes. Años atrás era normal que a las 12 de la mañana te encontrases a gente por todos los lados, saliendo de albergues, entrando, tomando algo en las terrazas de la localidad, pero hoy en día el pueblo está muerto. Es una localidad que vive de sus peregrinos», interpreta Gallego.


Este pequeño hospedaje -tiene solo dos habitaciones, una de cuatro camas y otra de dos- canceló todas sus reservas durante el estado de alarma, pero sí que ha podido albergar a la gente que había reservado a partir del 1 de agosto y que no había anulado. «Este año no mezclamos, por la seguridad de todos. Si viene un grupo de tres personas, les dejaremos la habitación de cuatro camas y, si viene otro peregrino, no le juntaremos, le meteremos en el cuarto de dos», aclara Gallego. 


En cambio, en el albergue Estrella del Camino, su dueña, Julia Rojo, junto a su marido, Floren Román, detalla que en su hospedaje, la cifra de peregrinos ha bajado «un 99 por ciento con respecto al año pasado». «Tenemos 32 camas, pero solamente podemos usar 16, para mantener la distancia de seguridad», alega Rojo. «Desde que abrimos el pasado 5 de julio, el día que más peregrinos durmieron en nuestro albergue fue el día 3 de agosto, con nueve viajeros», explican. 

Camino de Santiago: La cruda realidad Camino de Santiago: La cruda realidad - Foto: Juan Mellado


Los alojamientos, por su parte, han establecido sus propias normas y recomendaciones para paliar los efectos del Covid-19, ya que «no se ha acercado nadie ni de Turismo ni de Sanidad a decirnos qué medidas establecer dentro de las instalaciones», comenta Román.

 

«Tenemos geles hidroalcohólicos, sábanas de un solo uso, pantallas protectoras en recepción, el uso obligatorio de mascarilla y hemos reducido nuestro espacio a la mitad para que se respeten en mayor medida las distancias de seguridad», aseveran los dueños del albergue Estrella del Camino. El único problema es que «no todos las cumplen», concluyen.