El nuevo formato de la Copa del Rey nos ha traído momentos inolvidables: el que el Becerril fuese capaz ante la Real de llenar un estadio diez veces mayor que su población,  que la Cultural eliminase a todo un equipo de Champions League como el Atlético de Madrid y que cayese en los penaltis ante el Valencia o que elMirandés siga vivo, en cuartos de final, tras dejar KO al Sevilla.

Sin querer, la imaginación se nos va a otros tiempos, que en el caso de Palencia siempre han sido mejores. El lleno del nuevo estadio (entre comillas, porque ya tiene 13 años) con sus 8.000 espectadores, nos hizo recordar los llenos del viejo campo, con 14.000 espectadores, en el partido copero ante el Athlétic o, el Granada o los derbis ante el Pucela. Lo del Mirandés y la Cultural es mucho más reciente, más de lo que realmente parece.

No hace mucho, no en el siglo pasado, el CFPalencia no solo estaba a la altura de los leoneses y burgaleses, sino que estaba por encima, tanto en Tercera, como especialmente en Segunda B. Lo que el Atlético de Madrid o Valencia no fueron capaces de hacer en el Reino de León, lo hizo el CFPalencia. Lo que el Sevilla fue incapaz de lograr en Anduva, en más de una ocasión lo hizo el desaparecido club morado. Hace siete años de su adiós y nadie ha sido capaz tomar su relevo y legado. Con la perspectiva del tiempo, fue un grave error dejarlo morir y las consecuencias se están pagando. Ahora, nos vale con tener sana envidia de los que en su día ganábamos.