La flor y nata de la panadería

David Herrero
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Varios expertos procedentes de diferentes países se dan cita hasta el próximo domingo en la ciudad. Entre ellos, destaca el vigente campeón del mundo en la materia

Hogazas, barras, tortas y chapatas. Todos esos son algunos de los ejemplos de los diferentes tipos de panes que existen. Y es que hay para todos los gustos. Desde las personas que comen poco y se decantan por la baguette, hasta los que les gusta seguir una dieta más estricta y equilibrada y optan consumir un producto con cereales o sin sal.

Y es que, cada zona o país posee su particular especialidad, y sino que se lo digan a Palencia y a su característica fabiola. Pero, ella no fue ayer la protagonista, sino varios profesionales de la materia que se dieron cita en la apertura del I Congreso Internacional de Pandería de Palencia celebrado en el Cetece. Una programación que se extenderá hasta el domingo con varias demostraciones. Entre los expertos que participaron el primer día destacó el holandés Peter Bienefelt, que impartió una masterclass (clase magistral) al ser el campeón del mundo de panadería 2018. Además, mencionar a otra figuras, como Luca Monersino con su pastelería moderna y saludable. Además de ser un experto a la hora de realizar la característica pizza.

Como es lógico, la expectación de los allí presentes se centró en el vigente campeón del mundo.  Este mostró diferentes tipos de pan, con diversos tipos de sabores y distintos tipos de cortezas. Para ello eligió cinco panes que no tenían nada que ver entre sí. Su objetivo principal se centró en enseñar lo máximo posible, por lo que eligió panes muy diferentes, ya que algunos de ellos procedían de Holanda y Francia. Como fue el caso de tres de ellos, dado que formaron parte de la competición que ganó.

 Peter Bienefelt afirmó que le gustaba hacer panes «desde chiquitito, ya que su familia tenía un establecimiento, por lo que siempre estaba intentando hacer las cosas de la mejor forma posible sin parar». Una profesión en la que nunca se le pasó por la cabeza competir, pero en una ocasión unos compañeros necesitaron un integrante más en el grupo y pensaron en él. «Aunque no pegas ojo me encantó. Cuando estás allí es lo más bonito que hay», señaló. Todo comenzó con esa llamada y hoy ostenta el título de mejor panadero del mundo. Este reconoció que «cuando pensaba en la competición, se dio cuenta que para ganar, además de ser bueno, había que ser diferente, por lo que había que destacar  de los demás».

El pan perfecto. Hay gran diferencia entre el pan de unos obradores y otros. «En el pan influyen muchos factores, así que es fundamental tener a una persona que sepa jugar con ellos para conseguir un producto de gran calidad». Y destacó que «tras una época de un producto rápido y de poca calidad, se está volviendo al pan bien hecho», destacó Bienefelt.

Del mismo modo, Luca Montersino, experto procedente de Italia, subrayó que «hay que elegir bien los pocos ingredientes y dar tiempo para obtener un buen sabor, sin olvidar utilizar la levadura madre».