El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi inició ayer las reuniones para formar un Gobierno en Italia con la duda de si su Ejecutivo estará formado exclusivamente por tecnócratas o contará también con políticos, ya que esto puede determinar el apoyo de algunas formaciones. 

Draghi, que se reunió el pasado miércoles con los presidentes de la Cámara de los Diputados y del Senado, y también con el primer ministro saliente, Giuseppe Conte, comenzó las consultas con los partidos, donde se encontrará un Movimiento 5 Estrellas (M5S) dividido entre los que se oponen al Ejecutivo y aquellos que podrían apoyarle si se incluye políticos en el equipo.

Desde el M5S, la fuerza mayoritaria en el Parlamento, se ha lanzado incluso la hipótesis de consultar a su base en internet, como han hecho en otras ocasiones.

«Las reglas de la democracia son muy claras. La voluntad popular está representada por las fuerzas presentes en el Parlamento cuyo mandato, recibido por los votantes, no era el de un Gobierno técnico, sino, repito, proponer un Gabinete político al país que respondería a las necesidades de los italianos», subrayó el ministro de Exteriores en funciones, Luigi di Maio.

El secretario del Partido Demócrata (PD), Nicola Zingaretti, prometió su apoyo al Gobierno de Draghi, al igual que Italia Viva de Matteo Renzi, que desencadenó la crisis y que desde el inicio había apostado por el economista.

Desde la derecha, los partidos más extremistas, la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni decidieron tomar una decisión después de haber escuchado a Draghi, aunque su gran apuesta es celebrar nuevas elecciones, teniendo en cuenta que los sondeos les son favorables. Eso sí, ambos dejaron claro que no respaldarán un Gobierno tecnócrata ni permitirán que el nuevo Ejecutivo dure dos años, que es lo que necesitan para concluir la legislatura.

El verso suelto en el lado conservador fue el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, quien ya avanzó que apoyará al exbanquero en la ronda de consultas. 

«Su encargo va en la dirección que hemos indicado, la de una personalidad de alto perfil institucional en torno a la cual se pueda intentar congregar a los mejores talentos del país», manifestó el tres veces primer ministro transalpino.

Otro exmandatario, el premier saliente, Giuseppe Conte, confió en que Draghi consiga formar un Gobierno político y no compuesto por técnicos, al tiempo que ofreció su colaboración a los socios del antiguo Gabinete. «Espero un Ejecutivo político que sea sólido y que tenga la suficiente cohesión para que pueda asumir decisiones políticas, porque las urgencias del país requieren acciones políticas, no pueden ser confiadas a técnicos», apuntó.

La clave, para los medios italianos, estará en la propuesta que Draghi haga a las fuerzas políticas sobre un Ejecutivo compuesto totalmente de tecnócratas o si podría incluir a figuras políticas para contentar a los partidos.