Benoit Ruiz de Veye

Benoit Ruiz de Veye


¿Esforzarme? ¡Para qué!

06/12/2021

El Consejo de Ministros ha aprobado nuevos cambios en materia de Educación para aplicar este curso: no importa el número de suspensos para pasar de curso en la ESO, no habrá exámenes de recuperación en Secundaria,… Se justifica por la necesidad de reducir la repetición y el abandono escolar temprano. Efectivamente hay que reducirlos, pero, también, suspendemos en nuestro nivel educativo general (Informe PISA), estando por debajo de la media de la OCDE.
 Para facilitar el aprobado y el no repetir no hay que bajar el nivel (ya se ve que vamos mal según el Informe), sino facilitar al alumno que obtenga esos conocimientos o destrezas que le faltan. Es como si en la Vuelta a España, para evitar los abandonos, quitásemos los puertos de montaña e hiciésemos las etapas cuesta abajo, y en lugar de 160 km pusiésemos 5 km de recorrido, y usando un motor en las bicis. ¡Ridículo! ¿verdad?. 
  El examen, la evaluación continua son los medidores de su aprendizaje, no son castigos. El uso de la memoria, los deberes razonables son medios para su logro. Nuestros jóvenes serán los trabajadores del futuro y han de hacerlo bien, con competencia; su actuación buena o mala afectará al resto de las personas. Pero esto no sale solo. A base de esfuerzo continuo y aprendizaje progresivo se consigue ser mejor estudiante, trabajador, persona.
  Parece que se quiere perder la cultura del esfuerzo. Como trasfondo, subyace un buenismo, el todo vale e, incluso, ideologías que buscan el empobrecimiento cultural y educativo de las personas para manipularlas más fácilmente. Denigran el trabajo, el esforzarse y buscar hacer cosas grandes, ofreciendo a cambio, como si fueran un favor, subsidios y ayudas económicas casi perpetuas, buscando el clientelismo político.
  El trabajo no es un castigo, algo alienante que debamos evitar a toda costa. Por el contrario, nos hace crecer, nos hace ser mejor persona, fuente de autoestima y realización personal, nos permite obtener nuestro sustento y el de nuestra familia, expresa la dignidad de la persona, a través de él colaboramos con los demás poniendo nuestras capacidades en común mejorando la sociedad. En definitiva, trabajando hacemos la vida más humana.