El presidente de la Fundación Santa María la Real, Javier Moral Medina, entregó a dos «grandes amigos y profesionales», el medievalista norteamericano Herbert Kessler y el arquitecto Enrique Saiz, la Medalla de Oro de la entidad. La entrega de los galardones se llevó a cabo ayer, coincidiendo con la inauguración del coloquio internacional Ars Mediaevalis. 

El primero en recibir la medalla,  que premia su trayectoria y su firme creencia en el valor del patrimonio como motor generador de desarrollo, fue Enrique Saiz, quien se mostró agradecido y emocionado. «Es el impulsor de iniciativas como el Plan PAHIS y, gracias a él, comenzaron a ver la luz planes de intervención como Románico Norte, Románico Atlántico, Soria Románica o Zamora Románica. Enrique creyó desde siempre, como nosotros, que el patrimonio es mucho más que un recurso del pasado, es un valor de futuro y un eje generador de desarrollo para nuestros pueblos y territorios», explicó el director de la Fundación, Álvaro Retortillo. 

«El hecho de que se fijen en mi trayectoria y me otorguen un reconocimiento siempre es algo muy grato», comentó Saiz, quien añadió que «más aún si el premio viene de una entidad como la Fundación Santa María la Real, en la que no solo he trabajado y colaborado, sino que he aprendido y hecho grandes amigos. Que se acuerden de mí y reconozcan mi trayectoria es algo entrañable».

En el caso del historiador norteamericano Herbert Kessler se ha valorado, por un lado, su amplia y dilatada trayectoria pero, sobre todo, su labor a la hora de lograr que el patrimonio artístico español vuelva a estar en el punto de mira de los más prestigiosos investigadores internacionales. «Hoy queremos agradecer su humanidad, su cercanía y su compromiso con la divulgación del patrimonio y, muy especialmente, del arte español. Gracias a Herbert, a su implicación con la Fundación y con nuestro programa de cursos, hemos conseguido atraer a Aguilar a algunos de los más prestigiosos y reconocidos investigadores internacionales», comentó  Álvaro Retortillo.

El medievalista americano confesó, visiblemente emocionado, que para él fue una «absoluta sorpresa» recibir este galardón. De hecho, contando con la complicidad de su esposa y familiares, el homenaje se mantuvo en secreto hasta ayer, por lo que ha sido, si cabe, más gratificante, para él. 

«Agradezco mucho que se reconozca mi trabajo de los últimos años, mi aportación al conocimiento del patrimonio artístico español, que ha venido ligada a mi vinculación a la Fundación Santa María la Real y, muy especialmente, a los profesores Gerardo Boto Varela y Alejandro García Avilés», afirmó, y resaltó, igualmente, el trabajo de la institución aguilarense dado que «no es lo mismo estudiar el patrimonio en un museo o en una universidad, que hacerlo en su contexto, como la Fundación Santa María la Real». 

Ambos galardonados se suman a una lista integrada por Enrique Fuentes Quintana, Álvaro Marirrodriga, Miguel Ángel García Guinea, Sebastián Battaner y José María Pérez, Peridis, fundador e impulsor de la entidad. También han recibido la Medalla de Oro de Santa María la Real instituciones como el Servicio Público de Empleo y las  fundaciones la Caixa y Endesa.

coloquio internacional. La decimoprimera edición del coloquio internacional Ars Mediaevalis, que se celebra hasta mañana bajo el título de Una mirada perspicaz al Arte Medieval, reúne a 40 investigadores.  

«Ahora mismo no hay otro curso en Europa que reúna a tantas primeras figuras de la Historia del Arte Medieval», subrayó  Pedro Luis Huerta, coordinador de cursos de Santa María la Real, al tiempo que recordó que una  veintena de profesores  ha elegido Aguilar para dar sus conferencias, a los que hay que sumar otra veintena de alumnos.