«Tenemos que trabajar para una alternativa más fuerte»

Carlos H. Sanz
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Concejal del Ayuntamiento de la capital durante ocho años, los últimos cuatro bajo la marca de Ganemos, Juan Gascón decidió dejar la primera línea política hasta que la semana pasada fue elegido máximo responsable de IU en la región.

«Tenemos que trabajar para una alternativa más fuerte» - Foto: Óscar Navarro

Nacido en Alcañiz (Teruel) en 1975, Juan Antonio Gascón Sorribas vive en la capital palentina desde el año 2002. Está casado y tiene un hijo y una hija. Estudió Ingeniería Técnica Informática de Sistemas (Universidad de Zaragoza) y en la actualidad es profesor en el IES Camino de la Miranda. Militante de CCOO, pertenece a la Federación de Enseñanza de Palencia. Además de ser concejal del Ayuntamiento de la capital entre 2011 y 2019, fue candidato al Congreso por Unidas Podemos en Palencia en la cita electoral de abril, y formó parte de la lista a las elecciones europeas. 

¿Cómo llega a ser elegido coordinador de IU en Castilla y León?

Un poco por los renglones torcidos con los que se escribe la historia de la militancia política; mi idea era pasar a un segundo plano, incluso me ofrecí a colaborar con José Sarrión, algo que ya le había comentado durante el pasado mandato, pero se dio la circunstancia de que, por distintos motivos, dimitió. Sarrión era el mejor candidato que podía haber tenido Izquierda Unida y el mejor coordinador que podría tener, pero con esa dimisión se generó un proceso en el que yo he hablado mucho con él sobre este tema, y ver de qué manera se podía llevar a cabo dicho proceso. Voy a seguir hablando con él para ver de qué manera podemos coordinar IU Castilla y León y generar un proceso más amplio que no se centre en lo interno, sino en lo externo. Tenemos que asegurar que haya cierto acuerdo en IU pero que nuestra herramienta política sea para la construcción de una alternativa de gobierno en Castilla y León. Ese es nuestro objetivo a largo plazo y para ello tenemos que trabajar con mucha otra gente que no es de IU, junto a los compañeros de Podemos y junto a las distintas plataformas y movimientos sociales que están construyendo esa alternativa. Es decir, desde lo precario, generar una confluencia para una alternativa mucho más fuerte.

Usted siempre ha apostado por esos procesos de confluencia. De hecho, en la capital fue uno de los principales defensores del proyecto de Ganemos que les llevó a obtener cuatro concejales en 2015. ¿Cómo va encajar esa visión en una IU de Castilla y León tan heterogénea?

El proceso es diferente en función del sitio. En Zamora, por ejemplo, el proceso de confluencia se ha realizado sobre Izquierda Unida; en Valladolid capital es Toma la palabra; en Segovia es IU y también están los compañeros de Podemos representados... Es decir, al final la visión de toda Castilla y León ofrece una riqueza respecto a de qué manera se puede gestionar eso. También es cierto que existe la dificultad de que existan encontronazos, creo que más desde lo personal que desde lo político, pero se trata de dialogar para intentar generar un proceso donde veamos que la construcción de lo común puede generar una herramienta mucho más fuerte para las personas más perjudicadas, sobre todo en los momentos actuales de crisis del Covid-19.

Tiene un reto complicado al articular políticas para la ciudadanía sin tener el altavoz de la principal institución de Castilla y León que son las Cortes. ¿Cómo vais a lidiar con esa ausencia?

Izquierda Unida es una de las fuerzas políticas que mejor puede vertebrar estando fuera de las instituciones. Es decir, no necesitamos de una institución para generar un proceso de fuerza militante e, incluso, un proceso de movilización importante.

De alguna manera, somos herederos de una importante labor de reivindicación del Partido Comunista durante la Dictadura, donde no había representación institucional pero sí una gran fuerza dentro del movimiento obrero y político y social de la época. Es cierto que queda coja la pata de las instituciones porque no tenemos la posibilidad de trabajar desde el parlamento autonómico, pero es cierto que la de la calle se nos da especialmente bien, ya que somos capaces de vertebrar movilizaciones, de trabajar conjuntamente con las plataformas de sanidad, de educación o con los distintos movimientos sociales que bullen dentro de los espacios en los que estamos, y también somos capaces de trabajar con ecologistas, movimientos vecinales, sindicatos... distintos espacios en los que nos gusta mucho ese proceso de construcción conjunta y que se parece mucho a los espacios de confluencia de los que hablábamos previamente.

¿A nivel nacional, la presencia de IU en Unidos Podemos, les resta o les suma para abanderar la movilización social que se espera durante la crisis económica que está generando la pandemia?

Los tiempos complicados nunca han pasado para mucha gente. Los que tenemos la visión de la clase trabajadora o de la gente más empobrecida, con más problemas a la hora de enfrentarse a la realidad, somos conscientes de que los índices de pobreza que había hace un año era de un 20% entre los que estaban en una situación severa o en riesgo. También en Castilla y León, una situación que afectaba a unas 466.000 personas.

Eso siempre ha sido una preocupación de IU, desde nuestra visión de intentar una mayor redistribución de la riqueza o la construcción de un sistema económico que no mire solo el capital, sino también la dignidad de las personas. Esa es la dinámica en la que tenemos que seguir trabajando.

¿Qué retos sociales ve IU para los próximos años?

Nosotros vemos un reto social a corto plazo muy relevante del que hablaba la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuando decía que le molestaban más las colas de Aluche que las protestas de Colón. Las instituciones sueles funcionar de una forma lenta en la gestión de servicios sociales, becas comedor, de las ayudas de extrema necesidad... Tenemos una preocupación respecto a ese tema.

A corto plazo, todo lo que ha ocurrido con las residencias de mayores, de cómo se ha creado un modelo económico de generación de beneficios con nuestros mayores, con las personas que nos abrieron camino y que nos dieron, de alguna forma, la vida. Por eso, también queremos encontrar espacios de trabajo junto a otra gente para que las cosas se hagan de forma distinta.

Cuando generas cambios estructurales , cuando lo intentas, las patas del sistema se remueven, y, como decía Gramsci, hasta que lo nuevo nace lo viejo no termina de morir, y en el paso de uno a otro se generan ciertos conflictos, que es en los que IU quiere estar, pero siempre con las personas de abajo, que es desde donde, aunque nos equivoquemos, estaremos con la mayoría y siempre intentando que no salgan perjudicados.

¿Qué le ha parecido la dimisión del que era su coordinador provincial hasta hace muy poco, Iván Fradejas?

Todos estamos en política como militancia y hacemos un esfuerzo relevante para sacar adelante la organización en todos sus ámbitos y en el momento en que queramos irnos, nos podemos ir. No le veo mayor relevancia al hecho de que haya personas que dejen de estar en la primera línea política, como hizo el propio Julio Anguita, José Sarrión (anterior coordinador provincial de IU) o yo mismo, que cuando terminé en el Ayuntamiento pasé a ser militante y luego estuve en una responsabilidad de IU Castilla y León, pero lo asumí siempre con normalidad. Es algo que está bastante naturalizado dentro de la izquierda transformadora.

Pero sí se ha marchado con una crítica hacia los procesos de confluencia como el de Ganemos Palencia

Entiendo que cada uno tenga sus críticas porque somos una organización que tiene mucha diversidad. A veces cuesta gestionarla, pero esos proceso se debatieron en los procesos internos, la asamblea local de IU decidió participar dentro de Ganemos y esta se conformó igual que en 2015. Es cierto que el resultado electoral no ha sido tan bueno, obviamente, pero ni lo ha sido aquí, ni en Valladolid, ni en Barcelona, ni en Zaragoza... Ha existido un desgaste, y yo tengo la opinión de que la gente no vota solo en clave municipal, y creo que el trabajo de Ganemos, aunque no soy muy objetivo, había sido suficientemente bueno como para, por lo menos, no perder tres concejales. Ese resultado electoral no obedeció al trabajo realizado.