Tal y como estaba previsto y anunciado, la ciudad puso ayer en marcha el servicio de estacionamiento regulado, más conocido como ORA o zona azul, así como el aparcamiento disuasorio de la Estación de Pequeña Velocidad, con el objetivo de terminar con la alta ocupación de plazas y falta de rotación detectada desde la entrada en la fase 1 de la desescalada. En los casi dos meses y medio que el servicio no ha funcionado, el Ayuntamiento ha dejado de ingresar más de 200.000 euros, según los cálculos de la Concejalía de Hacienda.

Un reinicio que, según la concejala de Tráfico, Carolina Gómez, se ha llevado a cabo «sin problemas ni incidentes que sepa el Ayuntamiento», y que ya en su primer día ha conseguido el objetivo marcado de «dar respuesta a la demanda provocada por la progresiva desescalada en las condiciones de confinamiento y la vuelta a la actividad en muchos sectores».

La puesta en marcha de la zona azul se ha producido después de preparar las máquinas expendedoras mediante su exhaustiva limpieza y desinfección, tal y como había ordenado el Ayuntamiento, aunque al ser un posible foco de contagio, se recomienda, en la medida de lo posible, utilizar la aplicación móvil para realizar los pagos.

Cabe recordar que el Ayuntamiento suspendió el cobro en el aparcamiento de la Estación de Pequeña el 18 de abril, y tres días después, el 21, hizo lo propio con la zona azul. En total, casi dos meses y medios que han supuesto una importante merma a las arcas municipales, ya que han dejado de ingresas más de 200.000 euros, según los cálculos de la Concejalía de Hacienda que preside Luis Miguel Cárcel. 

Así, el Ayuntamiento ingresa unos 80.000 euros de media cada mes por todos los estacionamientos que se llevan a cabo tanto en la zona azul, como en la naranja, la de alta rotación que abarca la inmediaciones de la plaza de abastos y del edificio de Correos y del centro de salud de Los Jardinillos.

A esta cifra hay que sumar los 11.000 euros que ingresa, aproximadamente, al mes por los estacionamientos en el aparcamiento de la Estación de Pequeña Velocidad. La Concejalía de Hacienda echó ayer cuentas y comprobó que el Consistorio ha dejado de ingresas más de 200.000 euros durante el período en el que el servicio de aparcamiento regulado ha estado suspendido.

nuevo contrato. La vuelta a la normalidad permitirá al Ayuntamiento seguir avanzando en el nuevo contrato de gestión de los servicios públicos de estacionamiento limitado de vehículos, una vez que ha decidido no ejecutar la prórroga con la actual adjudicataria Empark-Dornier. La idea del consistorio era sacar a licitación uno nuevo pliego antes de que finalizase el año pasado con el objetivo de que entrase en vigor el pasado 31 de marzo.

Sin embargo, diversos aspectos técnicos y el decreto del estado de alarma han paralizado un proceso que ahora se quiere retomar desde la Concejalía de Tráfico.