El viaje de Khial

Esther Marín
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Abrakabalkan, que cree en la música como lenguaje multicultural con capacidad para emocionar y expresar, se ha sumergido en un proyecto para relatar el problema migratorio actual. Se trata de un audiocuento infantil ilustrado en el que han participad

El viaje de Khial

De la ilusión por sumergirse en música de distintas raíces, experimentando el mestizaje de géneros como el klezmer, la armonía y ritmos balcánicos, la fanfarria o el brass, haciendo guiños a la música clásica, circense y el jazz. Así nació Abrakabalkan en 2015, de la mano de ocho jóvenes y en los campos de Castilla.

Clarinete, violín, guitarra, trombón, contrabajo, acordeón, batería y percusión ponen de manifiesto que la música es un idioma común a todas las culturas y que no es necesaria letra alguna en las canciones para establecer un vínculo con el público. El propósito, «lograr que el espectador se sienta partícipe de un espectáculo divertido, enriquecedor, alegre y cargado de ritmo, donde disfruten personas de los más diversos gustos y edades», tal y como explican los componentes de esta formación.

Conciertos en la calle, sobre escenarios y en rincones donde el público los demanda, forman parte de la idiosincrasia de este grupo palentino que fusiona música, cultura y espectáculo.

Abrakabalkan ha querido ir más allá y acaba de embarcarse en un nuevo proyecto, al que han bautizado El viaje de Khial. La idea nació como un pequeño cuento en el que, a través de ojos infantiles, se relatase la problemática migratoria actual en lugares hostigados por la guerra, el hambre y los intereses económicos que hay detrás de muchas de estas crisis humanitarias.

«Ideamos una historia e hicimos los primeros bocetos, y a todo esto, comenzamos a ponerle música. El proyecto creció, tal y como crecen las buenas ideas, una semilla que va germinando con un poquito de creatividad aquí, un poquito de esfuerzo allá y mucha ilusión», cuentan sus autores.

Pero el proyecto creció e interesó a músicos y artistas de Palencia y alrededores, que se sumaron con  su música, su voz, su visión o su presencia, como Alfonso Abad, Eduardo Martínez, La Familia Iskariote, María Alba, El Naán, Natalia Mota, SoloParaLocos, Taska, Tocarse el Funk y Victor Antón.

Estas voces se pueden escuchar en los temas del disco que acompaña al cuento, tanto en el formato escrito como en el audiocuento, que además cuenta con la voz de dos narradores de lujo: Elda Hidalgo y Borja Abad. Los temas se han grabado en el estudio palentino Eldana Estudio, donde Zorro Oscuro Producciones estuvo con su objetivo inmortalizando cada uno de los movimientos.

Para hacer frente a la inversión que supone este trabajo, Abrakabalkan ha iniciado un crowdfunding para conseguir mecenas que quieran aportar su colaboración. A cambio recibirán distintas recompensas, que van desde camisetas, llaveros, láminas o pirograbados, hasta entradas para el concierto de presentación del trabajo, que tendrá lugar el 3 de enero de 2020 en el Teatro Principal y que contará con la participación de los músicos que han hecho realidad la música de El viaje de Khial, así como con las voces que dan vida a los personajes.

Para quienes se animen a apostar fuerte por esta iniciativa, concretamente con mil euros, la recompensa será sonora: un concierto acústico privado de una hora a cargo del grupo. Estos grandes mecenas podrán ver y escuchar a  Abrakabalkan en el lugar que deseen y disfrutar en exclusiva de su música.

El proyecto completo tiene un presupuesto aproximado de 14.000 euros. El grupo se ha propuesto lograr un primer objetivo de 6.000, que servirá para cubrir los costes de las ediciones físicas del cuento, USB y CD, además de gestionar todas las cuestiones de registro a nivel legal. En esta parte es en la que se encuentran inmersos y, por el momento (hasta ayer), llevan 184 mecenas que han apostado por el proyecto y forman parte de sus desarrollo, lo que se traduce en 5.622 euros recaudados.

Todo lo que se consiga a partir de ahí será para el resto de gastos: grabación, producción, edición, maquetación, recompensas, etc.

«Si logramos cubrir con el crowdfunding los 14.000 euros de costes totales, una gran parte de los beneficios derivados se destinarán a labores de interés social», cuentan sus promotores, que insisten en que este es uno de los puntos claves del proyecto, pues todo el trabajo se ha realizado sin ánimo de lucro.

«Todos los artistas han aportado su parte sin esperar nada a cambio, solo la recompensa de ver llevado a cabo este proyecto y la de ser partícipes de algo mucho más grande: combatir desde el arte una de las lacras más grandes de nuestra sociedad, como lo son las crisis humanitarias. Queremos poner nuestro grano de arena para que, de una vez, el mundo deje de hacer oídos sordos a la realidad que sufren miles, quien dice miles puede decir millones, de personas en todo el mundo», argumentan.

De ahí, que este trabajo sea «el vehículo para mostrar la voz de muchas personas preocupadas por el planeta». «Ponemos el arte al servicio de la sociedad para enunciar un bello mensaje de denuncia ante la humanidad», concluyen.

Orígenes. El origen de  este grupo, que ha dado la nota desde que comenzara hace apenas cuatro años, nació cuando Guillermo (violín) decidió a contactar con músicos amigos para tocarles la fibra sensible con  músicas lejanas, de otras latitudes. «Ocho jóvenes inquietos nos pusimos de acuerdo para emprender un viaje que nos llevaría de la meseta castellana hacia el Mediterráneo. Nos empapamos de las culturas que pueblan sus alrededores y nos enamoramos de su música. Experimentamos con el mestizaje de géneros como el klezmer, el balkan y el brass, haciendo guiños al ska, el género circense y el jazz» relatan. Tras las oportunas investigaciones para conocer armonías, melodías y escalas, los músicos comenzaron a formar una curiosa y completa banda, que a día de hoy está creciendo y enriqueciendo sus contenidos.

Abrakabalkan son Guille (clarinete), Boris (contrabajo), Guille (violín), Jorge (guitarra), Miguel (guitarra), Pablo (trombón), Violeta (acordeón), Andrea (percusión) y Alberto (percusión).