Probó su primera copa con tan solo 14 años (el problema fue a más a medida que pasaban los años) y está a punto de cumplir 28 meses sin probar ni una gota de alcohol. Juan Palacios es un ejemplo de superación y de que con constancia, ganas y un poco de ayuda se puede salir del bache. Él ejemplifica a la perfección a esos palentinos valientes y luchadores que decidieron decir basta ya y poner solución a un problema que, con el paso del tiempo, cada vez se hace más cuesta arriba.

Él es uno de los 160 usuarios de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Palencia (ARPA), donde le han guiado en este viaje hacia una nueva vida cargada de esperanza. «En ellos he encontrado la familia que no tengo», comentaba ayer, emocionado por haber dejado de lado el alcohol y agradecido por el apoyo de los compañeros y el personal del centro, y también de los sanitarios que le han atendido en este tiempo. 

«Era un gran bebedor y ahora he cambiado la mentalidad por completo, pienso más en el presente», relata este palentino al que todos conocen con el sobrenombre del legionario. «Si uno quiere se puede curar, pero hacerlo solo es una tarea muy complicada», añadió. ¿Su secreto?Ayuda médica, asesoramiento de un gran equipo de expertos, «mucha fuerza de voluntad y quererse uno mismo», confesó.

Palacios acude semanalmente a ARPA, donde los pacientes departen sobre el problema y comentan sus avances que, por pequeños que parezcan, siempre son motivo de alegría en el seno de la asociación. 

«Estoy muy orgullo de haberlo logrado. Ahora voy sonriendo por la vida por haberlo conseguido y porque la gente que me rodea también reconoce mis logros», subrayó. Por eso, aconseja a todos aquellos que estén pasando por un mal momento con la adicción alcohólica y quieren dejarlo, a unirse a la asociación ARPA.