El colegiado palentino Fernando Román Román se quedó a las puertas de ascender a Segunda División A. De los 120 colegiados de toda España que iniciaron la carrera por alcanzar la segunda máxima categoría del fútbol español, cuatro de ellos lograron el objetivo: el navarro Iosu Galech Apezteguia, el vasco Jon Ánder González Esteban, el gallego Alejandro Muñiz Ruiz y el madrileño Miguel Ortiz Arias. Fernando Román Román fue el sexto de todos ellos, quedando como segundo reserva tras el murciano Rafael Sánchez López. Se ha quedado a las puertas. Solo un percance, más bien dos (que nadie desea, por supuesto), de cualquiera de los 22 colegiados que forman parte de este grupo de élite le permitiría alcanzar una categoría en la que brilló otro Román palentino, Carlos Román González.
Fernando tiene 31 años, completó su novena temporada en la categoría de bronce, realizando posiblemente la mejor de su carrera deportiva. «Ha sido un año magnífico, todo lo que tenía que salir bien, salió. Para mí ha sido la temporada perfecta. Si había en un partido alguna jugada polémica, acertábamos. El ascenso no ha sido posible, pero tengo claro que esta debe ser la línea que tengo que seguir. He disfrutado mucho en esta temporada y eso que he tenido partidos complicados, como el play-out entre el Celta B y el Alcoyano».
A este año positivo en el aspecto arbitral hay que sumar el hecho que está compaginando su labor de colegiado con su otra vocación, la Educación Física, ejerciendo de profesor en Parquesol, en Valladolid. A Fernando Román Román es habitual verle en todas las carreras populares que se desarrollan en la provincia de Palencia, realizando muy buenos puestos. Es una de las cualidades que le ayudan en el arbitraje, su excelente condición física que le permite estar siempre cerca de la jugada.
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