Hace dos meses nadie se imaginaba las consecuencias que iba a traer la expansión del coronavirus. La pandemia ha venido a poner patas arriba la salud pública de todo el mundo y no cabe duda de que uno de los sectores más perjudicados será el del turismo. En Palencia, los datos siempre han colocado a la provincia a la cola regional, aunque lo cierto es que la evolución de los últimos años ha sido muy positiva. Ahora se abre un nuevo escenario plagado de incertidumbres, que limitará en gran medida las posibilidades de crecimiento, pero que, a la larga, podría llegar a ser positivo para el turismo de interior.
El pasado 29 de febrero, la directora general del área en la Junta de Castilla y León indicaba que el «alarmismo» generado en torno a la incidencia del coronavirus podía hacer «mucho daño» al sector turístico. «Está habiendo demasiado sensacionalismo a la hora de mostrar una enfermedad que se cura con paracetamol para la mayoría de los pacientes», expresaba al respecto. Un mes antes de Semana Santa, Estrella Torrecilla pedía «prudencia» y señalaba que las cofradías estaban «más preocupadas por el tiempo que por el propio virus». Como casi todo el mundo, Torrecilla no tenía ni idea de la magnitud de lo que se venía encima.
Dos meses después, la enfermedad ya ha hecho estragos en el turismo palentino y en el del resto de provincias. La suspensión de la Semana Santa, uno de los grandes eventos del año, ha impedido la llegada de turistas y ha provocado la caída en picado de los beneficios ligados a esta actividad, que según un estudio realizado hace unos años ronda los 2,4 millones de euros. Lo mismo sucederá con el resto de propuestas que se dejarán de celebrar para evitar el contacto social.
La incertidumbre planea sobre un turismo que sigue a la cola
La primavera y el verano, con la llegada del buen tiempo, siempre traen consigo un aumento de las visitas. Este año, sin embargo, va a ser casi imposible repetir las estampas propias de ambas estaciones y eso va a repercutir directamente en los 119 hoteles, hostales y pensiones, 253 alojamientos de turismo rural, 34 albergues, 35 viviendas y apartamentos turísticos, 348 restaurantes y 4 campings existentes en la provincia según los datos del último Boletín de Coyuntura Turística de Castilla y León.
Esta nueva estocada supondrá un gran retroceso en un sector que, en base a la información proporcionada por la institución regional, generó el año pasado unos ingresos de 99.639.599 euros en Palencia. La cifra fue la más baja de todas las registradas en la Comunidad, donde Salamanca resultó ser la provincia más beneficiada (478.972.449 euros). Allí, el gasto turístico representó un 22 por ciento del total (2.157.722.369 euros).
No en vano, el turismo no deja de ser una de las fuentes de riqueza de Palencia. De hecho, aunque de forma tímida, en 2019 se produjo un aumento del número de empleos ligados a este sector. Concretamente, se pasó de los 4.395 de 2018 a los 4.402 (+0,16 por ciento). En lo que a establecimientos y plazas se refiere, lo más llamativo fue el aumento del número de viviendas de uso turístico, ya que se pasó de 12 a 26 (+116,67 por ciento). En consecuencia, se multiplicaron las plazas, pasando de las 64 de 2018 a las 204 de 2019 (218,75 por ciento).
La incertidumbre planea sobre un turismo que sigue a la cola
Asimismo, si se echa la vista diez años atrás, se puede comprobar que la evolución en el número de viajeros a la provincia ha sido positiva. En 2009, Palencia registraba 334.370 visitas (90.765 menos que en 2019) y las pernoctaciones se situaban en las 619.396, por lo que el incremento ha sido de 123.803. Las cifras dejan constancia de que instituciones y empresarios turísticos están haciendo un gran esfuerzo por dar a conocer los recursos patrimoniales, naturales y gastronómicos de una provincia que, poco a poco, se va subiendo al carro del turismo. «Llevamos cierto retraso pero creo que son datos para la esperanza», afirma el diputado delegado de Cultura, Turismo y Deportes, Francisco Pérez.
¿PAPEL CLAVE? Por el momento, cualquier tipo de previsión es pura especulación, pero ya hay quienes consideran que el turismo de interior va a jugar un papel clave en el proceso de recuperación de un sector especialmente castigado por esta crisis. En este sentido, provincias como Palencia podrían verse beneficiadas por un turismo de proximidad que podría ser muy relevante cuando se empiece a recuperar esa normalidad que quizá nunca vuelva a ser la misma. No obstante, habrá que ver en qué estado quedan las economías familiares y si, efectivamente, los españoles se deciden a redescubrir las maravillas del país.
El delegado del servicio de Cultura, Turismo y Deporte en la Diputación, Francisco Pérez, se muestra positivo y confía en que el turismo de interior se convierta en una de las grandes bazas de la provincia para la recuperación económica tras la crisis. «Llevamos muchos años trabajando en este sector, por eso creo que esta complicada situación puede ser también una oportunidad para avanzar en cuestiones como el turismo rural, el ecoturismo o los destinos inteligentes», afirma al respecto el también alcalde de Becerril de Campos.
En este sentido, el diputado provincial opina que la clave es ir «todos a una» y considera que «intentar adaptarse a los tiempos» ha de ser la máxima de las instituciones y de los empresarios turísticos que, en su opinión, van a necesitar el apoyo, no solo de Diputación y Junta, sino también del propio Gobierno central. «Por desgracia, van a ser muchos los sectores afectados, pero tenemos que intentar centrarnos en lo positivo», manifiesta al respecto.
Para Pérez, es fundamental reforzar la presencia en redes. «Tenemos grandes recursos, pero muy desconocidos», afirma y reconoce que Palencia «lleva muchos años de desventaja con respecto a otras provincias, pero la evolución de los últimos años demuestra que hay datos para la esperanza». Finalmente, Pérez recuerda que el año había comenzado «muy bien», con un aumento de los viajeros y pernoctaciones en el mes de enero, y destaca el repunte del turismo de autocaravanas y de las viviendas de uso turístico.