Cambiar tiempo por espacio

J. Benito Iglesias
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El propietario del establecimiento relojero Alexandro en la calle Mayor echa la persiana tras 30 años de actividad en distintas tiendas del sector e inicia una nueva andadura con un negocio inmobiliario en la calle Colón

Cambiar tiempo por espacio - Foto: Sara Muniosguren

La fuerte competencia que representa la compra en Internet y los cambios en los hábitos de consumo inciden de forma inexorable en la rentabilidad del pequeño comercio, situación a la que Palencia no está siendo ajena desde hace ya tiempo.

«Yo siempre me he querido quedar en la ciudad donde nací. Emprender un negocio nunca es fácil hasta que con el tiempo te haces un hueco y facturas lo suficiente, pero hay muchas dificultades para mantenerse ya que el sector comercial cambia constantemente. Mis padres y mis cinco hermanos residen en Fuerteventura (Canarias) con varias empresas y allí tendría la vida resulta, pero yo no he querido nunca moverme de aquí». Quien así se expresa es Rubén Díaz, hasta el pasado 5 de enero propietario de Alexandro, tienda especializada en relojería en la calle Mayor, y desde hace un mes responsable de la Inmobiliaria Wayne en la calle Colón.

A sus 46 años, no ha dejado nunca de poner en marcha iniciativas empresariales desde que hace 30 años empezase a trabajar en una tienda familiar al abrirse el centro comercial Las Huertas.

Unos años después, Rubén inauguró la relojería Alexandro, con establecimientos en Palencia y Valladolid. De la calle Colón palentina el negocio se trasladó a la calle Mayor, en la que estuvo otros 20 hasta que echó la persiana hace cuatro días.

«El mundo está cambiando muy rápido y la forma de vivir y de comprar también. Después de más de 30 años de actividad, de mucho esfuerzo y trabajo, el domingo 5 de enero de 2020 Alexandro cierra definitivamente. Es una decisión muy dura pero muy meditada. Muchas gracias a todos los que hicisteis posible esta aventura». Con este texto repetido en pequeños carteles en los  ventanales, junto al de liquidación por cierre, Rubén se despedía de sus clientes y su antiguo negocio, en el que llegó a tener en plantilla hasta siete empleados.

Parafraseando al dicho popular de año nuevo vida nueva, este emprendedor impertérrito no da su brazo a torcer y ha puesto en marcha en un céntrico y cuidado local la Inmobiliaria Wayne en la calle Colón. «En la relojería era complicado lidiar con los proveedores en los últimos tiempos y el estrés me generó problemas de salud, por lo que decidí a cambiar de actividad. Tengo experiencia en en el sector inmobiliario por que mi familia se inició en Palencia en una empresa de electricidad y luego de construcción, negocio que actualmente mantiene en Canarias», asevera.

ser realista. En ese sentido, Rubén afirma que en todo momento se muestra realista respecto al sector donde ha ejercido profesionalmente 30 años y apunta contundente: «El comercio tal y como está concebido ahora en la ciudad se acaba y solo se mantendrán las grandes franquicias que son las que fabrican productos. Resulta evidente que contra Internet no se puede competir».

El emprendedor señala que el comercio de proximidad no pasa por su mejor momento y lanza un mensaje duro y claro. «Si los políticos que nos gobiernan se limitan a salir en la foto y no hacen nada contra la despoblación, Palencia se hunde del todo. No se puede permitir que llevemos a lo largo de los últimos 25 años una pérdida media de 1.500 personas anualmente », enfatiza.

Así, dice que una empresa que venga a instalarse no debe tener trabas. «Hay que dar facilidades para generar riqueza. El Ayuntamiento lo recuperarán luego en impuestos por que los empleados consumirán aquí y adquirirán bienes», concluye.