El Rey Sancho se convirtió a comienzos del presente año en el único hotel de Castilla y León que actuaría de Arca de Noé, es decir, establecimiento hotelero en el que se puede pasar la cuarentena por parte de personas afectadas por la Covid-19 (tienen que ser asintomáticos o con sintomatología leve) y que no puedan reunir las condiciones para garantizar su aislamiento, aunque también se ha dado el caso de que se han aislado en este céntrico hotel capitalino personal sano que decidió reservar su domicilio para que pasaran la cuarentena del coronavirus familiares y allegados afectados.
Hay que recordar que desde octubre de 2020 existía un Arca de Noé por provincia, pero dada la escasa demanda en la región, la Junta le propuso a la empresa palentina, que posee una alta cualificación para el proyecto y atesora una gran profesionalidad, la posibilidad de ser el único referente en la Comunidad. «Hemos aceptado y el hotel Rey Sancho se acondicionara como Arca de Noé. Ahora mismo tenemos a tres personas, dos de Palencia y una tercera de Salamanca», apuntó el pasado 12 de enero en declaraciones a Diario Palentino el director del complejo hotelero, Javier Pastor.
Sin embargo, este contrato se verá prorrogado un mes más, concretamente hasta el 5 de mayo, según confirmó ayer a este periódico el propio Javier Pastor: «La Junta y nosotros hemos prorrogado este proyecto porque el Gobierno regional se teme que llegue la cuarta ola de la pandemia tras pasar Semana Santa».
EL 60% PALENTINOS. Según los datos aportados por el director del hotel Rey Sancho, desde enero hasta ahora unas 150 personas han pasado por sus instalaciones, «una afluencia realmente importante y proveniente de las diferentes provincias de la Comunidad, si bien el 60 por ciento de los mismas eran palentinas», indica. Durante la primera fase del programa Arca de Noé, que se puso en marcha en octubre del pasado año, el hotel Rey Sancho albergó a una treintena de personas, con picos máximos de 10 pernoctaciones en algún momento. La segunda fase ha contado con mayor afluencia de público, con un perfil variopinto que iba de alojamientos individuales o familias al completo, «aunque la mayor novedad ha sido que hemos contado con personas sanas que han preferido venir aquí dejando su casa para los familiares que estaban enfermos y debían permanecer en cuarentena», explica Javier Pastor, que subraya que el mayor número de huéspedes se concentró entre finales de enero y febrero, coincidiendo con la pujanza de la tercera ola del Covid-19.
EXPERIENCIA EMPRESARIAL Desde el punto de vista empresarial, el proyecto Arca de Noé, «ha sido un éxito para el hotel porque el invierno ha sido muy duro, dadas las medidas restrictivas impuestas. La verdad es que estamos muy contentos por el número de personas alojadas y también por el calor humano que ellas mismas nos han dispensado. Hemos recibido un sin fin de agradecimientos de forma personal o por carta y eso siempre nos reconforta», mantiene el director de la empresa hotelera capitalina.
Hay que subrayar que el céntrico establecimiento hotelero de la capital cuenta con 93 habitaciones que están disponibles para albergar a los huéspedes. Los profesionales del centro (el complejo da empleo a una treintena de personas) han contado con cursos de formación por parte de una mutua y también apoyo médico y de enfermería especializado en coronavirus.
Los pacientes de Covid que se alojen en el hotel deben permanecer en cuarentena el tiempo establecido (mínimo 10 días) en habitaciones individuales y realizar las tareas de limpieza y control de las mismas, mientras que el personal se encarga de proporcionarles el material y la manutención, que se les brindará en las zonas de pasillo convenidas, ya que ellos no podrán salir de la habitación bajo ninguna circunstancia.
Cabe recordar que el hotel Rey Sancho fue cedido gratuitamente por sus propietarios, durante marzo y abril de 2020 para acoger entre 15 y 25 sanitarios -personal médico, de enfermería, auxiliares y celadores- que decidieron pasar su tiempo fuera del hospital Río Carrión.