Paula Castrillo empezó a jugar a los seis años, porque su padre y su hermano lo hacían, se enganchó y se convirtió en la única chica de la escuela del Club Squash Palencia.

Ahora, con 20 años, es estudiante el Grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFyD), en León (ahora a distancia desde casa) y se ha convertido en la  rival a batir en el ranking femenino de la comunidad (11ª de España al llegar el confinamiento; acabó séptima 2019).

La adaptación a la actual situación le «ha resultado menos difícil de lo que creía. Estoy haciendo ejercicio y lo compagino bastante bien con los estudios. También cuido la dieta para no coger muchos kilos». Su rutina: «estudio por la mañana y hago media hora de ejercicio antes de comer. A última hora de la tarde, antes de cenar, hago otra rutina de ejercicio. Sobre todo, cardio». Y desde este fin de semana, aunque «no soy muy fan de correr, con tal de salir a la calle voy a hacer un pequeño esfuerzo, para ponerme en forma. Lo que echo de menos es entrenar en pista, pero queda bastante». Ya habrá tiempo de volver a la realidad. Mientras, «hay que adaptarse y tratar de no perder la forma».

TEMPORADA. Hasta mediados de marzo Paula «había jugado algunos torneos en Castilla y León. Estaba muy contenta porque empecé ganando un provincial masculino en León y luego un torneo regional, a una chica a la que llevaba mucho tiempo sin ganar. Esa fue la victoria que más me llenó. Este año tenía bastantes esperanzas».

Sin duda su objetivo era el torneo de San Antolín, «el más importante para mí, al final del verano, al que intento llegar en buen forma. Es uno de los objetivos de todos los años». No en vano -añade- tiene casi la importancia de un Campeonato de España. Es el segundo torneo, casi mejor que la Copa de España. Vienen los mejores jugadores del país y a veces de fuera».

Prefiere «los torneos provinciales, porque la competición me gusta hasta cierto punto, porque soy de las que se ponen muy nerviosas. Los que más me motivan ahora son esos torneos, sobre todo en categoría masculina. Son mis pequeños logros. No se espera que haga tanto y voy relajada. Además, hay muy buen ambiente».

Ysus sueños incluyen acabar los estudios y ya, «con más tiempo, dedicárselo al squash, a ver si puedo viajar, conseguir otros objetivos o incluso salir de España».