Jorge Nebreda, integrante del Club Squash Palencia y presidente de la Federación de Castilla y León de su deporte es el jugador que lideraba el ranking regional masculino cuando se anunció el confinamiento, es decir, tras el breve inicio del calendario de 2020 donde solo caía en la final del Open de Ponferrada ante Abel Martín, su perseguidor.
Ingeniero informático, ya teletrabajaba antes de la alerta sanitaria. Ahora, además de leer mucho, hace ejercicio en casa, «saltar a la comba, abdominales o pesas» e incluye en su rutina «algún pequeño movimiento de squash, dentro de lo que se puede. Echo en falta haber tenido una bici estática para hacer cardio. Yla raqueta, mucho».
Casi 16 de sus 29 años ha jugado al squash donde, entre sus resultados destaca «las semifinales del Campeonato de España sub’19, hace ya mucho [risas] y alguna semifinal en torneos nacionales de coeficiente un poco alto».
Y al margen de ellos este deporte le ha aportado «muchos valores, como la disciplina para entrenar, experiencias, viajar por toda España, conocer a mucha gente. El deporte te da mucho».
De sus metas ha logrado ser el número uno de Castilla y León, estar entre los 20 primeros de España (acabó 2019 el 16º) y «solo me quedaría ser campeón de Castilla yLeón, pero Aitor Zunzunegui nunca me va a dejar. Aitor es claramente el mejor jugador de la historia de Castilla y León, en su mejor momento llegó a ir a la selección nacional absoluta, suma 10 títulos regionales y tiene 26 años.Es un jugador de otro nivel. No reside en la comunidad y no juega todas las pruebas, sino las ganaría todas».
ORGULLO. «El estar número uno de Castilla y León siempre ha sido un orgullo, igual que poder jugar con la selección regional. Tenemos un circuito bastante fuerte que contabiliza para el nacional, y vienen a jugar gallegos, cántabros o asturianos. Poder estar ahí arriba es un orgullo», expresa.
Este año se marcaba el reto de aguantar el liderato, continuar en el top 20 nacional «y ganar algún torneo del circuito... Yo estoy el primero más por regularidad que por ganar torneos. En 2019 gané uno, pero del resto casi siempre llegué a semifinales o la final». Para ello entrena «cinco o seis días a la semana un par de horas. Tres o cuatro en pista, el resto es trabajo físico».
EJEMPLO. Explica que Palencia no solo es referencia del squash «en Castilla y León, sino nacional, porque tenemos el torneo de San Antolín, el más grande de España. Solo el Campeonato de España tiene un coeficiente más alto por definición. La selección regional es prácticamente palentina, sobre todo la masculina».
Y ha sido gracias al «trabajo de Héctor Alba y Gordon Jackson, que han ido sacando el club, la escuela y a un montón de jugadores, Aitor fue dos veces campeón nacional júnior, Paula, Jorge Carretero ganó el año pasado la Copa de España sub’15, este año Pablo Antolín el Campeonato de España sub’15...», enumera.
Mirando a su deporte le gustaría que apareciera «alguna escuela potente más. Fuera de Palencia donde más se juega es en León, con una escuela grande, también en Ponferrada, Santa María del Páramo, Burgos y Salamanca.Pero en Valladolid las pistas de la universidad casi no se usan y en cuatro de las nueve provincias ni siquiera hay. Y para tener una escuela necesitas a alguien que sepa y le dedique muchas horas. Aquí tuvimos esa suerte con Héctor y Gordon. Casi un milagro».
SIN ACTIVIDAD. Repasando el aspecto federativo, afrontan una «situación muy incierta. No sabemos cuándo vamos a poder entrenar, ni en qué parte de la desescalada entramos. No jugamos al aire libre y hay cierto contacto. Es difícil saber cuándo volverá la competición. Antes del estado de alarma se suspendieron actividades y torneos porque se hablaba de hacer las a puerta cerrada. Y eso es complicado en un pabellón municipal o de la Junta. Así que estamos paralizados. Nuestros torneos más importantes son el de San Antolín y este año a mediados de mayo era en Palencia el Nacional de veteranos. La Federación Española lo ha movido a mitad de octubre. Pero no sabemos», reconoce el jugador y directivo.