Afuera es primavera

A. Benito
-

Las abundantes lluvias y las buenas temperaturas han propiciado una floración masiva de las conocidas por malas hierbas. Esta flora espontánea llena de colores los lugares más insospechados del casco urbano

Afuera es primavera - Foto: Óscar Navarro

«Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera». Probablemente les sonará esta frase extraída de un poema de Pablo Neruda que hoy, más que nunca, cobra significado. El confinamiento ha impedido a los palentinos ver la explosión de esta época del año que, si por algo se caracteriza, es por sus colores y olores. 


Desde sus ventanas, los vecinos de la ciudad han tenido que conformarse con contemplar el lento discurrir de los días que ahora, al menos, se hacen un poco más llevaderos gracias a la relajación de las medidas de confinamiento.


Como dice el refrán, «marzo ventoso y abril lluvioso traen a mayo florido y hermoso». Eso es, exactamente, lo que ha ocurrido este año. Unas condiciones óptimas de temperatura y unas precipitaciones generosas han favorecido la proliferación de plantas que han venido a alegrar, aún más, las salidas de quienes durante dos meses se han visto obligados a permanecer en sus casas. 

Afuera es primaveraAfuera es primavera - Foto: Óscar Navarro


«La explosión ha sido espectacular», afirma Manuel García, profesor del departamento de Producción Vegetal en la Escuela de Ingenierías Agrarias de La Yutera, que está aprovechando estos días para salir a la caza de unos ejemplares a los que mucha gente se refiere de manera incorrecta como malas hierbas.


«El término más apropiado sería el de flora espontánea, que es ese tipo de especies vegetales con capacidad para resistir y adaptarse a las condiciones más adversas», continúa este experto y explica que el concepto de mala hierba es «eminentemente agronómico». Es decir, se emplea para referirse a la maleza que crece en el lugar equivocado, donde no es deseada ni bien recibida. «Imaginemos un campo de cebada en el que aparecen plantas de patata», concreta García. 


Eso no quiere decir que los matorrales,  zarzas y arbustos sean perjudiciales, ni que tengan efectos negativos en su entorno más inmediato. Todo lo contrario, en muchas ocasiones son el lugar en el que se alojan numerosos insectos. «De hecho, sería muy interesante analizar las características de los visitantes que se alojan en la gran cantidad de plantas que han brotado en estos últimos días», apunta el docente palentino. Y es que los pequeños insectos pueden ser carnívoros, pero también necesitan ciertos hidratos de carbono para sobrevivir.

Afuera es primaveraAfuera es primavera - Foto: Óscar Navarro


 García señala también que, como los animales, las plantas están recuperando la ciudad. Por supuesto, el hecho de que los vecinos de Palencia hayan estado encerrados todo este tiempo ha influido en su mayor crecimiento pero, insiste, «las buenas condiciones meteorológicas son las que han propiciado que la ciudad esté ahora mismo llena de colores». En este sentido, el experto no cree que la reducción de la contaminación en estos dos meses haya tenido mucho que ver en la floración de estas especies «que están diseñadas para sobrevivir». Eso es lo que hace que se puedan ver estampas tan curiosas como una hierba creciendo entre las grietas del asfalto o decorando las fachadas de los edificios.


Tal y como explica García, que se jubilará el próximo 31 de agosto, pero de momento sigue impartiendo clases, aunque de forma virtual, a sus alumnos, detrás de este espectáculo de color se encuentran especies como la Galium Aparine, la Anchura Azurea, el Sybilium Narianum, la Onobrichis Vicifolia, el Papaver o la Reseda Lutea. Rojos, azules, blancos, amarillos y, por supuesto, verdes, son los pigmentos que forman parte del lienzo en el que se han convertido en estos días las ciudades, los pueblos y los paisajes agrestes de la provincia. 


Una biodiversidad que llama la atención de los transeúntes y que brota en pleno casco urbano para deleite de quienes están saliendo estos días a pasear. Especialmente llamativa es la imagen que se puede observar desde los pies del Cristo, pero también destacan las floraciones de Jardinillos, las del camino viejo del cementerio y, en general, las de los numerosos espacios verdes que salpican la ciudad. Eso sí, algunas hierbas están tan crecidas que inundan lugares de paso de los peatones e incluso se han tragado, literalmente, parte del mobiliario urbano debido a la paralización de las labores de mantenimiento, que se irán retomando progresivamente. 

Afuera es primaveraAfuera es primavera - Foto: Óscar Navarro


Quien también ha observado  estos últimos días el boom de plantas derivado de las generosas lluvias y las propicias temperaturas es el naturalista palentino Fernando Jubete. «A ello se une el hecho de que muchos caminos y cunetas agrícolas no se han pisado, lo que ha favorecido el crecimiento de plantas que, normalmente, no salen», explica. Jubete se refiere también a la mayor abundancia de orquídeas en ciertas zonas de la provincia.

Más fotos:

Afuera es primavera
Afuera es primavera - Foto: Óscar Navarro
Afuera es primavera
Afuera es primavera - Foto: Óscar Navarro
Afuera es primavera
Afuera es primavera - Foto: Óscar Navarro


Dicen que la mala hierba nunca muere, y menos mal, porque a nuestro alrededor, entre los adoquines, en las grietas más insospechadas, en los parterres o en los tejados, entre otros lugares,  se esconde un pequeño y fascinante mundo que, aunque pase desapercibido,  es vital para completar ese ciclo del que forman parte todos los seres vivos, incluido el ser humano. A veces pueden resultar molestas y antiestéticas, pero es en momentos grises como los que estamos viviendo, cuando su color brilla más que nunca.