El baile de la mascara

Alberto Moreno
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La Junta de Castilla y León rectifica y permitirá jugar a los equipos nacionales sin mascarilla

El baile de la mascara

Parecía que con el nuevo protocolo aprobado el pasado jueves por la Junta de Castilla y León sobre la reanudación de las competiciones no profesionales (un  mes después de haberlo aprobado CSD-Federaciones y CCAA para la adecuación de cada Autonomía) las aguas iban a volver a su cauce. Pero nada más lejos de la realidad. En la guía editada por la Junta, en su apartado 4.5.4 se indicaba que «en las instalaciones deportivas cerradas (pabellones, naves y otros espacios deportivos similares que cuenten con, al menos, tres paredes y cubierta) será obligatorio el uso de mascarilla en todo momento, incluso durante la realización de actividad física». 

A partir de aquí, llegó la controversia y la polémica. Todos los deportes, salvo los considerados no profesionales que jugasen en recintos cerrados (todos en Castilla yLeón, salvo el San Pablo Burgos de ACB) tenían que jugar con mascarilla. Medida que se había adoptado únicamente en Castilla y León. Lo debían cumplir no sólo los jugadores de la Comunidad, sino sus rivales, fuesen de donde fuesen, y los árbitros. Absurda e incomprensible era que esta medida diferenciase a los jugadores profesionales de los amateur. ¿Estaban inmunes al contagio acaso al coronavirus los integrantes del club burgalés?

Luego, a la hora de la verdad, cada cual la aplicó a su manera. El Perfumerías Avenida se enfrentó al Araski, ya con la normativa vigente, sin que las jugadoras de uno u otro equipo usasen las mascarillas. Argumentó el equipo charro que recibieron autorización de la FEB al considerar que el protocolo firmado por el CSD está por encima en su rango normativo de la  limitación de la Junta de Castilla y León. María Perrino Peña, la consejera de Deportes de la Junta (salmantina curiosamente) señaló que de ninguna forma era así.

Ese mismo día,  el Ademar de la Asobal (la máxima división del balonmano español) sí lo hacía en su partido ante el Sinfín en la capital leonesa. Allí, un día más tarde, lo hacía también el Pizzería La Nonna Balopal. Fernando Hernández, su segundo entrenador, todavía no sale de su asombro. «Al tercer contacto, los jugadores llevaban la mascarilla en la barbilla. Es imposible llevarla todo el tiempo bien puestas. A los diez minutos estaban todas empapadas en sudor. Sensación de ahogo no hubo mucha, porque al poco tiempo todos llevaban la nariz descubierta», recuerda.

Hay sido tanta la presión de las federaciones y de los propios concejales de las localidades de más habitantes de la Comunidad, que la Junta de Castilla y León rectificó ayer. María Perrino a unció en la tarde de ayer que no será obligatorio el uso de mascarillas en recintos cerrados en competiciones no profesionales. Un alivio.