Aunque Rusia haya sido el primer país en dar el paso con su vacuna Sputnik V, la comunidad internacional espera que haya más avances en la investigación para que el fármaco que frene al coronavirus llegue a todo el planeta. Los plazos se han ido acortando con el paso del tiempo y ahora parece que hay un mes que marcar en rojo en el calendario: noviembre, ya que tanto desde la Unión Europea como desde Estados Unidos confían que sea entonces cuando se comience a distribuir una solución fiable.
De este modo, los países de la UE tendrán dentro de menos de 60 días acceso a la primera vacuna de la empresa británica AstraZeneca, en la que trabaja junto a la Universidad de Oxford, según apuntaron ayer fuentes comunitarias, que insistió en que ya existe un contrato con la farmacéutica que le garantizará el acceso a al menos 300 millones de dosis.
«Lo importante es que es un esfuerzo colectivo y todos tendrán un acceso equitativo», apuntaron desde Bruselas, que después distribuirá el fármaco a otros países.
La idea es que el tratamiento se reparta entre los Veintisiete en proporción a su población. Además, la Comisión negocia, en nombre de la UE, con otros cinco laboratorios para tener a su disposición un amplio abanico de posibilidades, intentando minimizar el riesgo de adquirir vacunas que no sean eficaces.
Curiosamente, el mismo día, Estados Unidos también avanzó que tendrá disponible una inoculación contra la COVID al empezar noviembre. De hecho, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU pidieron a los estados que se preparen para que la vacuna contra el coronavirus esté disponible para el 1 de noviembre -dos días antes de las elecciones presidenciales en el país-, solicitándoles que eliminen cualquier eventual obstáculo que pueda impedir la apertura de los lugares de distribución.
El propio presidente, Donald Trump, avanzó que cree que habrá una vacuna para el mismo día de los comicios o poco antes, aunque insistió en que, con ello, no pretende influir en el resultado en las urnas.
Además, la farmacéutica estadounidense Pfizer anunció que espera tener para finales de octubre resultados de la última fase de pruebas de su vacuna del coronavirus, por lo que podría sumarse a la lista de productos contra la COVID que llegarían antes de finales de año.