Cerealto Siro está afrontando desde el sector agroalimentario su papel de servicio esencial para que en el período de estado de alarma la población está abastecida. Sus tres fábricas de Venta de Baños -con 750 empleados- y la de Aguilar de Campo -con 330- junto a las otras 11 plantas que posee el grupo empresarial en Castilla y León, Valencia y Andalucía, trabajan de forma intensa y con las máximas medidas de protección para afrontar los picos de incremento de producción, que se acercan estos días al 20 por ciento, sobre todo en galletas y pasta alimenticia.
«La primera semana de confinamiento la demanda fue aún mayor y en esta tercera ya se va equilibrando. Esta situación se da ya que la gente no pude acudir a establecimientos de hostelería y consume mucho más en su casa. También sube la exportación una vez que, tras empezar en Italia la pandemia y pasar a España, poco después lo hizo a Francia, Gran Bretaña y Alemania», tal y como señala a Diario Palentino José Manuel Campos, director del Área Industrial.
Como compañía, se constituyó un comité de crisis a mediados de febrero, cuando el Covid-19 ya tenía una incidencia importante en otros países y al respecto se canceló una gran convención en Castilla y León para las fábricas de Aguilar de Campo y de Toro, que se celebra cada cuatro años. «Tenemos reuniones diarias con las 15 fábricas donde se comparten todas las medidas adoptadas para producir con total seguridad y que dependen de la idiosincrasia de cada planta. Siempre se consensúan con el Comité de Empresa, que se implica y colabora en lo que puede», arguye.
Alimentos para luchar contra la pandemiaPara poder llevar a cabo las tareas productivas, Cerealto Siro ha puesto en marcha varias medidas con el fin de proteger la salud de los trabajadores. Así, se siguen todas las recomendaciones sanitarias con la dotación de equipos de protección individual (EPIS), se hacen mediciones de temperatura voluntaria y si alguien tiene síntomas se le recomienda llamar y se aplica de inmediato la cuarentena preventiva. «Incluso, gente de la plantilla con diabetes o que ha tenido operaciones de corazón está en su casa para evitar riesgos. Asimismo, hay entradas secuenciales a las fábricas para evitar aglomeraciones y a los vestuarios se acude en grupos pequeños. En los comedores y lugares comunes se marca una distancia de separación y se colocan mamparas si existe menos espacio», indica José Manuel Campos.
apoyo laboral. Dadas las dificultades que presenta el estado de alarma para poder conciliar la vida laboral y familiar, Cerealto Siro ha buscado alternativas a las plantillas de sus fábricas.
«A quien lo necesita se le ofrece poder coger vacaciones ahora o adelantar las del pró ximo año o, incluso, si ambos progenitores están en el mismo turno laboral en la fábrica, se concede una licencia retribuí da a uno de ellos para poder cuidar a los hijos. La empresa se vuelca en este sentido con las familias», concreta.
«La implicación de las plantillas es ejemplar»
José Manuel Campos considera que la implicación de los equipos de trabajo «es ejemplar», lo que permite abastecer a los supermercados de pan de molde, galletas, pasta alimenticia, cereales, barritas energéticas y otro tipo de productos de desayuno, dulces y aperitivos, con el trabajo colaborativo de proveedores y clientes para que en los lineales no falte producto.
Además, en Aguilar de Campoo Cerealto Siro ha donado equipos de protección individual a la Guardia Civil con guantes, hidrogel, mascarillas, toallitas húmedas y de papel; y desde Venta de Baños galletas y snacks a los más de 360 sanitarios voluntarios desplazados de toda España a Madrid para ayudar con los enfermos del Covid19.