Oficio y pasión

DP
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José Manuel Navia, XI Premio Nacional de Fotografía Piedad Isla, tiene imágenes de Lores en su última exposición, 'Alma Tierra'

Oficio y pasión - Foto: Marcos León

El  madrileño José Manuel Navia, decimoprimer galardonado con el Premio Nacional Piedad Isla de Fotografía que convoca la Diputación, valora el reconocimiento que recibe con «muchísima ilusión», más cuando -como en esta ocasión- «no te presentas»,  viene a distiguir «cierta trayectoria» y «es un homenaje a una  mujer que fue una auténtica pionera en su época y hizo un trabajo  de un gran valor etnográfico y antropológico -como  a tantas personas les gusta hacer-, sin hacer ruido, pero con una constancia y una fe tremendas, una ilusión  y amor enormes por el oficio de la fotografía», afirma en declaraciones a Diario Palentino. «Eso -subraya- le da un significado especial», y explica que el premio tiene una «vinculación añadida» y es que «Lores, pueblo de la zona de influencia de Piedad Isla, de la Montaña Palentina, es uno de  los lugares donde empecé a trabajar y a construir lo que para mí era ese mundo del reportaje fotográfico, muy ligado también a la antropología  y la etnografía. Mi última exposición y último libro, Alma Tierra, comienza con fotografías, tanto antiguas como otras actuales,  de esa población, lo que hace que aún sienta más cercano el trabajo de esta fotógrafa de Cervera».

Alma Tierra es un un trabajo al que Navia ha dedicado «mucho tiempo», porque de alguna manera, «queriendo o sin querer, toda mi carrera es un intento de atender fotográficamente a la España interior, esa España a la que ahora se dan muchos adjetivos pero que siempre ha estado ahí, sin hacer ruido, y ha sido la gran olvidada». Alma Tierra se inauguró justo antes de la pandemua en Huesca, después estuvo en Cuenca y ahora se puede visitar en Gijón. Posteriormente itinerará por Castilla y León. «Ojalá pueda exponerse en Palencia. Como autor lo que más ilusión me hace es que el trabajo llegue a las personas que lo han hecho posible, que me han regalado sus imágenes y experiencia, me han permitido acercarme a ellos con  absoluta confianza y generosidad», manifiesta.

José Manuel Navia recuerda su estancia en Palencia en varias ocasiones, una de ellas fue un taller enmarcado en el Pallantiaphoto,  y en una actividad ligada a la fotógrafa que da nombre al premio: Publio López Mondéjar organizó unas jornadas sobre fotografía que se clausuraban en el museo etnográfico Piedad Isla en Cervera de Pisuerga, y estando allí les llegó la noticia del fallecimiento de la fotógrafa en Madrid.

lenguajes. «Desde que salimos de la escuela todo el mundo lee y escribe más o menos correctamente, pero eso no signfica que todo el mundo sea escritor. Está muy bien que la gente, los jóvenes, hayan incorporado la fotografía a sus lenguajes cotidianos con naturalidad, pero no va a impedir que haya otras personas, como fue el caso de Piedad Isla, como yo intento que sea, que dediquen toda su energía a algo tan concreto como producir fotografías, obras musicales, texto o poemas. Es decir, una cosa es utilizar un lenguaje y otra  utilizarlo de manera que se busque la máxima expresividad con él, que se aprovechen sus recursos al máximo y, sobre todo, que el uso de ese lenguaje se convierta  en un oficio, y este en un modo de vida», asegura Navia, quien añade que «cuando vives la fotografía con absoluta pasión, es la manera que tienes de comunicarte con el mundo y de intentar entenderlo, y eso es algo distinto a simplemente  hacer fotografás como mero recuerdo o mero detalle informativo».

El XI Premio Piedad Isla señala que «cualquier persona puede hacer fotografías con el móvil, pero, en principio, eso no es fotografía en mayúsculas. Ahora, también puede serlo; depende de la capacidad y la intención con la que se hagan las cosas». 

José Manuel Navia permanece ajeno a ese día a día de las redes, porque «no quiere vivir a esa velocidad; me niego a que me impongan ese ritmo tan poco reflexivo. Vivir sumidos en esa inmediatez que no deja espacio a la reflexión es bastante dramático».  

Explica que la técnica digital es una gran ayuda y asevera que si le propusieran volver a  la cámara tradicional y película «probablemente diría que no». Pero, «una cosa es utilizar la técnica  como tú quieres utilizarla y otra ver cómo te la imponen», concluye.