La contratación a tiempo parcial pone el foco en las mujeres

Agencias
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La cifra de nuevas afiliaciones a jornada reducida subió los 10 primeros meses del año solo entre las trabajadoras, que absorben ya el 60% de este tipo de vacantes en el mercado nacional

La contratación a tiempo parcial pone el foco en las mujeres

Las desigualdades por cuestión de sexo siguen siendo una realidad en el mercado laboral español, donde la contratación a tiempo parcial aumentó en los 10 primeros meses del año solo entre las mujeres. Las trabajadoras absorben ya el 60% de esas vacantes, lo que amplía a 20 puntos la brecha de género en este tipo de puestos, que en la mayoría de los casos no es deseada.

Según los últimos datos del servicio público de empleo estatal (SEPE), entre enero y octubre las féminas rubricaron 3,94 millones de contratos laborales a tiempo parcial, un 1,8% más que en el mismo período de 2018, mientras que en el caso de los varones se firmaron 2,62 millones, un 0,7% menos.

Para la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, estos datos muestran una «brecha intolerable» que hay que paliar, si bien considera que la evolución es positiva y tiende a corregirse, según manifestaba en la última rueda de prensa para comentar el paro y la afiliación del pasado octubre.

El hecho de que se hayan cubierto más de 6,5 millones vacantes a tiempo parcial en lo que va de año da un idea de la rotación y la alta temporalidad existente, ya que la foto fija del mercado laboral muestra que al cierre del tercer trimestre había poco más de 2,7 millones de trabajadores con jornada reducida.

Se trata de cifras recogidas en la última Encuesta de Población Activa (EPA), según las cuales el 74% de los empleados a tiempo parcial son mujeres, frente a un 26% de hombres, lo que implica una brecha de 48 puntos que no ha variado respecto a 2018.

La práctica totalidad del empleo a jornada reducida se encuadra en el sector servicios, en el que la brecha por cuestión de sexo aumentó a 50 puntos.

La mayor parte de las trabajadoras a jornada parcial se encuentran en esa situación de forma involuntaria. Un millón de ellas dan como primer motivo el no haber encontrado un empleo a tiempo completo, mientras que 300.000 alegan el cuidado de niños o personas dependientes.

El trabajo a jornada reducida, realizado mayoritariamente por mujeres, es una de las causas que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) motivó que las empleadas ganaran de media 452,9 euros brutos menos que sus compañeros varones en 2018, lo que implica una diferencia salarial del 20,9%, dato ligeramente superior al 20,2% registrado un año antes.

Además, los hombres tienen una mayor concentración relativa en salarios altos que las mujeres, situación que se invierte para las remuneraciones más bajas.

Si se toman las cifras de Eurostat -las últimas de 2017-, la brecha salarial de género baja al 15,1%, ya que la oficina estadística comunitaria toma la remuneración por hora trabajada y no los ingresos anuales como hace el INE. Esto significa que ellas ganan 84,9 céntimos por cada euro que se embolsan ellos.

Peor pagadas. En dos recientes folletos sobre brecha y transparencia salarial, Bruselas explica que la desigualdad en el reparto del trabajo doméstico y de cuidados conduce a las trabajadoras a puestos y sectores peor pagados, a lo que suma la discriminación directa, que también existe aunque esté prohibido por ley cobrar menos.

Asimismo, la UE señala que la norma social lleva a que trabajos que requieren esfuerzo físico y suelen realizar los hombres estén mejor valorados, como ocurre con la recogida de basura, actividad con presencia predominantemente masculina y mejor pagada que la de la limpieza.