La campaña micológica podría recuperarse si llueve

E.M.
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Las elevadas temperaturas y la ausencia de agua han impedido el desarrollo de especies en la zona sur, mientras que en el norte la humedad ha sido un buen aliado

La campaña micológica podría recuperarse si llueve - Foto: Jose Vicente/Ical

La aparición de setas tiene una enorme dependencia de las condiciones meteorológicas y, en los últimos años, el cambio climático está provocando un aumento de las temperaturas y una irregularidad en las precipitaciones, condiciones atípicas para esta época del año.

El otoño, que tradicionalmente es la época por excelencia para la aparición de setas y hongos, parece no haber llegado este año. La escasez de precipitaciones está provocando un retraso en la campaña micológica, la más importante del año en cuanto producción y especies, por lo que habrá que esperar a ver lo que ocurre en las próximas semanas.

No obstante, hay zonas en las que la reserva de agua en las capas superficiales del suelo es más alta, como es el caso del norte, donde se pueden encontrar muchos ejemplares y disfrutar de una afición que cada vez tiene más adeptos en la provincia. «En la montaña y en localidades donde cayeron trombas de agua hace un par de semanas se pueden encontrar grandes cantidades de boletus y de otras especies», asegura el responsable de la Cátedra de Micología de la UVa, Juan Andrés Oria de Rueda.

Oria asegura que «hay lugares públicos con abundancia de ejemplares» y que son muchos los que estos días están disfrutando de esta práctica. Además, el responsable de la Cátedra de Micología añade que, fuera de las zonas de bosque, también se encuentran hongos de campo en praderas y espacios populares. Otra cuestión es la zona sur, donde la falta de humedad en el suelo está provocando que no aparezcan ejemplares. Por ello, se torna inevitable la llegada de precipitaciones abundantes a lo largo de  las próximas semanas, para poder tener producciones buenas, en especial de las especies otoñales más precoces como los Boletus edulis.

«La seta de cardo, que es una de las más conocidas por los aficionados, apenas puede localizarse, pues la ausencia de agua no ha permitido su desarrollo», argumenta Oria.

La esperanza está en que en las próximas semanas llueva. «Parece que viene una borrasca, lo que podría beneficiar mucho a la micología», asegura Juan Andrés Oria. Es más, tiene claro que «si llueve podría ser una campaña buenísima pero, de lo contrario, sería catastrófica». «Espero que, aunque no sea mucho, en otoño caiga algo más tras el veranillo de San Miguel que estamos viviendo», señala.

Oria recuerda que el año pasado la situación era mucho peor, aunque mejoró con la lluvia en otoño e invierno. «Hay indicios de que puede ser una buena temporada micológica», avanza.

trufa. Lo que tiene claro el responsable de la Cátedra de Micología es la importancia que está tomando el cultivo de la trufa en la provincia. De hecho, la de verano está tomando especial relevancia en zonas como el Cerrato.

En la actualidad, hay 180 hectáreas dedicadas al cultivo de la trufa, aunque hay muchas más potencialmente receptoras de este cultivo. Hace más de una década que empresas, instituciones y productores dieron el primer paso en tierras cerrateñas y los resultados comienzan a recogerse. Así, la apuesta que la Cátedra de Micología de la UVa, la Diputación de Palencia y varias empresas palentinas gracias al Programa de Desarrollo de la Truficultura está dado sus frutos.

«Esto no ha hecho más que empezar. Profesionales gastronómicos a nivel nacional y europeo aprecian las trufas palentinas y cada vez son más los que se interesan por ellas», explica Oria. De hecho, indica que «no es fácil conseguirlas», pero hay empresarios de la provincia que facilitan su comercialización. «Lo primero que tenemos que hacer es creérnoslo nosotros», añade.