Regreso 'a medida' del Club Fujisan

Ismael Martín
-

La escuela palentina de kárate con más de 25 años de historia vuelve a su actividad habitual previa a la crisis sanitaria, adaptándose a los protocolos de seguridad

Regreso 'a medida' del Club Fujisan

A la espera de ver cómo evoluciona la pandemia de la covid-19, el deporte va volviendo poco a poco a la normalidad, o al menos lo intenta.

Un claro ejemplo es el Fujisan, el club palentino de kárate en el que ya saben lo que es reanudar su actividad con «una emoción muy grande», como señala Lourdes Posadas, entrenadora del club. «Recuperar un poco la normalidad era lo que estábamos deseando todos los que formamos el Club Fujisan»         

El confinamiento de marzo pilló a todos por sorpresa, pero en el Fujisan, conscientes de que no iba a ser cuestión de 15 días, buscaron alternativas con la intención de que sus integrantes tuvieran la oportunidad de seguir  en contacto con lo que más les gusta: el deporte del kárate.

Lourdes Posadas, exkarateca internacional de la selección española desde categorías inferiores, explicata que durante el tiempo que han estado cerradas las instalaciones «el club ha participado en varios campeonatos online, ha habido compañeros que han hecho clases online y se ha realizado una exhibición online en la que cada alumno se grababa en su casa haciendo los trabajos que se les habían mandado previamente». De este modo elaboraron «un vídeo con casi 100 alumnos y que está publicado en nuestras redes sociales», comenta.

A pesar de haber mantenido la actividad, la deportista a quien las lesiones obligaron a abandonar la alta competición y dedicarse a enseñar a sus alumnos el deporte en el que ella brilló, reconoce que todos los miembros del club tenían «muchas ganas de reencontrarse con su segunda familia, porque en el Fujisan somos una gran familia».

PROTOCOLO. La vuelta a las instalaciones no está resultando sencilla dado todo el protocolo a seguir con el fin de evitar cualquier tipo de contagio.

Al igual que en otros deportes, «se realiza una desinfección exhaustiva de todas las salas, de todo el tatami y de todos los materiales que utilizamos. A cada alumno se le desinfectan las manos y los pies. En caso de que tengamos que utilizar algún tipo de protección también las desinfectamos. No se puede beber agua de los grifos y se pide que no se permanezca en las salas comunes».

A ello se suma, como es normal, el uso de mascarilla, siendo obligatoria en todo momento. «La mascarilla no nos la quitamos ni cuando entrenamos. Ni hay contacto entre compañeros, respetándose la distancia de dos metros. De hecho, en aquellos ejercicios en la que se necesita una referencia de uno frente a otro, ampliamos las distancias a tres o cuatro metros», recalca.

 

* Más información en la edición en papel y en la app de Diario Palentino