Un viaje 'marcado' de 3.000 kilómetros

DP
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El aguilucho cenizo 'Lince', al que incorporaron el pasado verano un localizador por satélite GPS en Palencia, alcanza el Sahel, zona situada en la frontera entre Mauritania y Mali

Un viaje ‘marcado’ de 3.000 kilómetros

Lince, un aguilucho cenizo que fue marcado este verano con un localizador por satélite en Palencia por una treintena de jóvenes, ha recorrido 3.000 kilómetros hasta el Sahel, en la zona fronteriza entre Mauritania y Mali, donde probablemente pasará el invierno.

Según informó SEO/BirdLife, el aguilucho fue apadrinado por los 30 jóvenes de entre 14 y 17 años que participaron el año pasado en el campamento Félix Rodríguez de la Fuente durante el Camino de Santiago y en su peregrinación lograron recaudar 1.000 euros. Su esfuerzo permitió marcar con un emisor GPS al aguilucho esta primavera en el marco del programa Migra que desarrolla SEO/BirdLife en colaboración con Fundación Iberdrola.

La rapaz marcada es una hembra adulta reproductora marcada el 10 de junio en el municipio de Osorno la Mayor. Tras terminar su reproducción, Lince fue moviéndose en un radio de tres kilómetros alrededor de su territorio de cría y realizó algún viaje esporádico a unos 20 kilómetros hacia el norte.

Un viaje ‘marcado’ de 3.000 kilómetrosUn viaje ‘marcado’ de 3.000 kilómetros El 26 de agosto, Lince inició un viaje migratorio postnupcial y puso rumbo al sur. Atravesó las mesetas, llegó al Estrecho de Gibraltar y dos días después y sin parar cruzó el mar el 28 de agosto para abandonar Europa por Zahara de los Atunes (Cádiz).

Después de casi dos horas de vuelo, recorrió 67 kilómetros sobrevolando olas y, a una velocidad de unos 35 kilómetros por hora, llegó al continente africano un poco más allá del norte de Arcila.  La especie puede volar sobre el mar batiendo las alas, y cruzar el estrecho siguiendo rutas distintas a la más corta de tan solo 14 kilómetros. Después atravesó Marruecos y el 31 de agosto se adentró en el desierto del Sahara, siempre hacia el sur. Tras seis días y más de 1.800 kilómetros sobrevolando dunas y piedras del desierto, el 6 de septiembre llegó a su zona de invernada. Ahora mismo está en el Sahel africano, en la frontera entre Mauritania y Mali, a más de 3.000 kilómetros de su nido, donde seguramente pasará todos los meses invernales antes de volver a España.