Arraigo asienta en Palencia una treintena de familias

Rubén Abad
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En los últimos 7 meses se han asentado 34 grupos familiares con casi un centenar de personas y antes de marzo se esperan que lleguen a Palencia otros 19 núcleos

Arraigo asienta en Palencia una treintena de familias

La Diputación y el Proyecto Arraigo ratificaban en junio de 2021 su alianza para trabajar mano a mano en la repoblación rural sostenible en los municipios de menos de 500 habitantes. 
El objetivo era el de tratar de revertir la tendencia de pérdida de población que se lleva produciendo en la provincia en particular y en la España de interior en general durante los últimos años; y establecer, de esta manera, una intermediación y contacto entre los potenciales nuevos pobladores. 


Con respecto a los municipios sobre los que se ha trabajado estos siete meses, se definieron tres áreas estratégicas (zona norte, centro y sur) que se pretenden repoblar con, al menos, 30 unidades familiares. Todo ello a través de prospecciones de empleo, vivienda y familias interesadas (urbanitas).


A lo largo de este más de medio año de intenso trabajo, se han asentado en la provincia un total de 34 familias y 92 personas. De todas ellas destaca la familia de Ney, albañil de profesión, que ha comprado una casa en Villasarracino con su mujer y sus dos hijas de 3 y 8 años; que irán al colegio de Osorno tras empadronarse en la localidad terracampina. 


Por perfil de edad, las familias son el objetivo de este programa ya que son núcleos que pueden ofrecer y alimentar el crecimiento poblacional en el territorio, con todo lo que conlleva. Una pauta que se cumple en las familias arraigadas a lo largo de este año, ya que la franja de edad predominante está entre 30 y 65 años, el 51%. 


Si hablamos de procedencia, destaca Cataluña (19,4%) como origen más significativo de los urbanitas, que alegan principalmente la situación de crispación en el territorio derivada de la política independentista. En cambio, los urbanitas de Madrid (16%), prefieren el mundo rural por mejorar calidad y cambio de vida, carestía de la vida y las experiencias del covid.


Unos datos que se extraen de un trabajo previo que se resume en 2.917 personas que solicitaron información del proyecto; 1.352 familias contactadas y 172 visitas realizadas con familias en el territorio. 


futuro. La maquinaria del proyecto de atracción de personas al medio rural sigue engrasada. De hecho, hay otras 19 familias que esperan su arraigo en Palencia para estos meses de enero y febrero. 


Entre sus perfiles, figura una pareja joven que ha tenido un bebe en otoño y trabajan ambos, ella teletrabaja de profesora de universidad y él como jefe de mantenimiento en un hotel. La familia ya realizó visita a Palencia en otoño y tienen pensado mudarse en breve. 


Es de vital importancia destacar los convenios que Diputación y Proyecto Arraigo están suscribiendo con grandes entidades de diversos sectores interesados en contribuir a la repoblación sostenible. El contacto permanente, con una labor de coordinación y trabajo común, ha permitido encontrar perfiles en la base de datos dirigidos hacia sus departamentos de RRHH y facilitar que lleguen a su oferta de empleo gente especializada para cubrir sus necesidades laborales.


Objetivos en los que fue fundamental la colaboración de los alcaldes de los municipios palentinos aportando sus opiniones y sugerencias sobre las causas y aspectos de su despoblación, y facilitando información sobre vivienda y oportunidades de empleo o emprendimiento en sus pueblos, se ha podido completar, aumentar y consolidar la información recogida, y trabajar ya con familias que tengan interés en conocer esta zona para arraigarse en un futuro.

 

 

«En Paredes encontramos bienestar y una tranquilidad única»

María Florencia Copello es la madre de una de las familias que decidieron cambiar su vida urbanita por el medio rural al emigrar desde la argentina Santa Fe hasta la localidad de Paredes de Nava motivados por la situación de «intranquilidad» e «inestabilidad» que atraviesa su país. Allí regenta junto a su esposo un centro para personas con discapadidad, que ahora dirige telemáticamente desde Tierra de Campos con el objetivo de abrir una nueva instalación en la provincia centrada en la tercera edad.


«El proyecto Arraigo nos ha ayudado y apoyado en todo momento para hacer realidad este cambio total de vida», comenta Copello, quien apunta a renglón seguido que el «bienestar» del que gozan en el municipio paredeño «no lo hemos encontrado en ninguna otra parte». 


En términos generales, la experiencia de la familia ha sido «muy positiva», hasta el punto de que recomiendan seguir sus pasos. «Vivir en un pueblo es más rentable económicamente y proporciona una tranquilidad única», concluye.

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