La medicina para los niños que están solos

Ana Rodrigo (EFE) / Madrid
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La ONG Madres en Acción aporta cariño, compañía y atención a los miles de menores que viven bajo la tutela del Estado cuando están ingresados en un lugar tan hostil como el hospital

La medicina para los niños que están solos

Más de 21.000 niños viven en España en centros tutelados por las administraciones públicas. ¿Qué pasa con esos menores cuando están ingresados semanas o meses en un hospital? ¿Quién está a pie de cama y juega con ellos, quién los consuela? Para responder a estas cuestiones nació la ONG Mamás en Acción.

«Nuestros voluntarios están llamados a hacer lo que hace cualquier papá o mamá con sus hijos cuando están ingresados: cuidarles, cogerles de la mano, contarles un cuento o dormir con ellos. Aquí cabemos todos, mamás, papás o abuelos», explica Majo Gimeno, fundadora de la organización que, desde hace cinco años, trabaja en hospitales de Valencia y, desde hace unos meses, también en el Niño Jesús de Madrid.

Son «madres de repuesto» para esos pequeños mientras están hospitalizados: «Vigilan el gotero, pero también les dan cariño y los ayudan a recuperarse en un lugar hostil como es un hospital», destaca el doctor José Ramón Mínguez, director del Hospital Infantil La Fe de Valencia. «Los menores necesitan un acompañamiento emocional para sentirse seguros; la diferencia con el niño de la habitación de al lado es que no tienen unos padres que les quiten el susto o que les calmen cuando entra una persona con bata blanca», asegura la presidenta y alma de esta organización, que ya tiene más de 1.200 voluntarios.

Ni un niño solo es el lema de la ONG que inició su primer acompañamiento en 2015 en el hospital La Fe, coincidiendo con la reforma que convirtió las habitaciones infantiles en individuales, lo que hizo que estos pequeños dejaran de convivir con otros menores hospitalizados y con sus familias.

«Las mamás se organizaron y, con una disponibilidad absoluta, siempre puedes contar con ellas. Si entra un niño con estas circunstancias, enseguida se ponen en marcha, se reparten los turnos a pesar de que es complicado, porque hay niños que pueden estar dos o tres meses en el hospital y son muchas horas y rotaciones», destaca el responsable médico.

El niño más pequeño que han cuidado ha sido un bebé prematuro que nació con 25 semanas y pesaba 900 gramos, y el más mayor, un joven de 17 años. «Era más grande que nosotras, vivía en un hogar infantil y estaba solo; necesitaba acompañamiento y nosotras estuvimos allí», cuenta la presidenta de Mamás en Acción.

los PERFILES. Básicamente hay tres tipos. «Estamos con niños que han sufrido maltrato por parte de sus familiares. También se ponen en marcha cuando son requeridas para acompañar a niños que viven en centro de menores y hogares infantiles.

El tercer perfil es el de menores que viven en familias vulnerables, como las formadas por un solo progenitor con más hijos y el cuidado del menor hospitalizado,muchas veces en situación terminal.