El padre acusado de violar a su hija declara que bebe

ALBERTO ABASCAL
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El fiscal y la acusación particular mantienen la petición de 12 años de cárcel para L.P.P., que niega los hechos · La víctima exige 100.000 euros de indemnización

El padre acusado de violar a su hija declara que bebe - Foto: Óscar Navarro

La Audiencia Provincial dejó hoy visto para sentencia el juicio seguido contra un hombre identificado como L.P.P., de 49 años y vecino de una localidad de la provincia, como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual a su hija menor de edad en el momento de los hechos.

El acusado negó  las acusaciones ante el tribunal y apuntó que era un hombre al que le gustaba la bebida. Sin embargo, la acusación particular ejercida por la víctima y cuyos intereses legales son defendidos por el abogado palentino Roberto Valderrábano, apuntó que no hay informes, ni médicos ni sociosanitarios que avalen que L.P.P. sea una persona dependiente del alcohol.

La víctima, que declaró detrás de un biombo acompañada de una psicóloga de apoyo, relató el sufrimiento que había padecido mientras convivió con su padre. De hecho, apuntó que se lo contó a su hermana mayor, quien le corroboró que supuestamente también sufrió en su momento el mismo calvario que ella, aunque en su caso el delito, de existir, habría prescrito.

Entre los 5 y los 10 años. El procesado es el padre legal de la víctima, con la que convivió en un domicilio de una localidad del norte, cuando la chica contaba entre los 5 y los 10 años de edad.

Según el relato de la Fiscalía, el acusado, con el ánimo de satisfacer su ánimo libidinoso, supuestamente de manera habitual y durante el citado periodo, se metía en la cama de su hija realizándole tocamientos por todo el cuerpo, chupándole sus órganos sexuales y, en numerosas ocasiones, penetrándola vaginalmente. 

El Ministerio Público sostiene que dicha conducta, al parecer, se vino repitiendo de manera continuada mientras duró la convivencia y solo cesó cuando la menor abandonó el domicilio al fallecer su madre en el año 2010 para pasar a continuación a estar bajo el cuidado cotidiano de los abuelos paternos.

La víctima, por lo demás, decidió interponer denuncia el 9 de marzo de 2018 cuando contaba con 18 años de edad. Así las cosas, cuatro días después se dictó por parte del juzgado de instrucción número 1 de Cervera de Pisuerga una orden de protección del acusado respecto de la chica.

Para el Ministerio Fiscal los hechos relatados constituyen un delito continuado de agresión sexual a menores con penetración, por lo que solicita para el acusado 12 años de prisión, así como la prohibición de acercarse a la joven a su domicilio, lugar de estudios, trabajo o donde se encuentre a una distancia inferior a 500 metros, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento por un tiempo de 15 años.

En el apartado de responsabilidad civil, el fiscal solicita que el procesado indemnice a su hija con 9.000 euros por daños morales. Por su parte, la acusación particular pide la misma pena de prisión que la Fiscalía, aunque aumenta la petición de indemnización a los 100.000 euros. La defensa mantiene la petición de absolución para su patrocinado.

Por lo demás, agentes de la Guardia Civil, psicólogos y trabajadores sociales que fueron citados en calidad de testigos se ratificaron en sus declaraciones iniciales. A partir de aquí, las partes elevaron a definitivos su informes finales a la espera de que ahora sea  el alto tribunal de la provincia el que dicte sentencia.