i-DE exige elevar un 84% la inversión en redes eléctricas

SPC
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La eléctrica reclama poder superar el límite de inversión del 0,14% del PIB en redes eléctricas para acometer de forma decidida la transformación energética y superar la crisis económica

Imagen de un trabajador pasando delante de un panel de control. - Foto: Ical

Más inversión para acometer la modernización, digitalización y automatización de la red eléctrica e integrar la gran cantidad de nuevas instalaciones renovables que requiere el sistema eléctrico. i-DE, compañía de distribución eléctrica de Iberdrola, exige poder elevar un 84 por ciento la inversión en redes eléctricas enCastilla y León para contribuir a impulsar la industria y el empleo asociado en la Comunidad, sin apenas coste para el ciudadano. Todo ello después de que i-DE anunciara recientemente 264 millones de euros en inversiones en redes inteligentes en Castilla y León entre 2022 y 2024, que podrían generar hasta 3.200 empleos. Una cuantía que se elevaría hasta los 487 millones de euros si se le permitiese elevar su inversión. Las inversiones en redes de distribución generan cada año unos 30.000 empleos locales de alta cualificación técnica según la empresa. Además, indican que sustenta una cadena de valor industrial con un 90 por ciento de suministradores locales, muchos de ellos pymes (fabricantes bienes de equipo, ingenierías, empresas de montaje, obra civil, logística, proveedores materias primas, aislantes o soldadura), distribuidos de forma capilar a lo largo de todo el territorio.  

Y es que, como explican desde la eléctrica, la consecución de los objetivos medioambientales fijados por la Unión Europea –en emisiones, renovables y mejora de eficiencia energética– depende en gran medida de la electrificación de la economía, la integración de las renovables y la gestión activa de la demanda. La descarbonización de la economía hace necesario invertir en nueva capacidad de redes eléctricas para atender el crecimiento de la demanda. Esta transición precisa de importantes inversiones en la modernización, digitalización y automatización de la red eléctrica para integrar la gran cantidad de nuevas instalaciones renovables que requiere el sistema eléctrico, la recarga inteligente de millones de coches eléctricos, y la gestión de la demanda de millones de hogares conectados o de aquellos que quieran producir su propia energía eléctrica.

Por todo ello, la compañía lamenta el límite legal por el que no se puede invertir más del 0,14% del PIB en redes eléctricas, pues impide adaptar las redes al ritmo que se requiere y desarrollar una industria asociada.

Estas inversiones en redes tendrían impacto directo en la economía de España, como refleja un estudio elaborado por Deloitte, con un «elevado peso» de mano de obra nacional, y llevarían asociados unos 40.000 puestos de trabajo anuales de calidad y alta cualificación durante el periodo 2020-2023. Además, impulsarían la fabricación nacional de equipos de redes, de software, aplicaciones informáticas y sistemas de comunicaciones avanzados, sectores que cuentan en el país con una industria competitiva.

También, se estiman otros 35.000 empleos anuales adicionales asociados a las inversiones habilitadas por la distribución eléctrica. Se trata de empleo de alto impacto en las economías locales, por la capilaridad de las actividades involucradas en las inversiones habilitadas, como son la bomba de calor: venta e instalación de equipos; infraestructura de recarga: fabricación e instalación de equipos; comercialización de vehículos, y renovables: fabricación, construcción y venta de energía renovables.

43.535 kilómetros

En Castilla y León, i-DE gestiona más de 43.535 kilómetros de líneas de baja y media tensión y más de 6.400 kilómetros de líneas de alta y muy alta tensión. Asimismo, cuenta con 15.597 centros de transformación en servicio y 243 subestaciones primarias y secundarias. La compañía mantiene en la Comunidad un nivel de calidad de servicio por encima de la media nacional, con un TIEPI de 54,2 minutos a cierre de 2020.

En los últimos años, i-DE ha acometido un plan de digitalización de sus redes eléctricas que, en Castilla y León, ha convertido sus más de 1,5 millones de contadores y la infraestructura que lo soporta en inteligentes, incorporando capacidades de telegestión, supervisión y automatización.