La policía alerta a los vecinos para que protejan sus casas

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En el primer trimestre del año se han producido en la provincia un total de 25 robos con fuerza en domicilios y locales, mientras que el pasado año se contabilizaron 44

recreación de un robo con fuerza producido en un domicilio en el que un hombre intenta forzar una puerta. - Foto: DP

Los robos con fuerza en domicilios durante los meses estivales se suelen concentrar en las ciudades, dado que sus moradores se van de vacaciones o se marchan a los pueblos. Los asaltantes aprovechan esta temporada para realizar los hurtos.

Los delincuentes que realizan este tipo de delitos no suelen ir con pasamontañas por las calles y se hacen pasar por ciudadanos normales. Se desplazan por las provincias con el objetivo de saquear las casas para llevarse dinero y joyas.

La estancia en las ciudades en las que realizan los hurtos no suele durar más de una semana para que las numerosas denuncias que recibe la Policía no levanten sospechas y puedan librarse de las represalias.

Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, durante el primer trimestre de este año se han producido en la provincia un total de 25 robos con fuerza en domicilios, lo que supone un descenso de 19 hurtos respecto al primer trimestre de 2020, año en el que los delincuentes realizaron 44 delitos. Esto supone una variación del 43,2 % respecto al año anterior. En los últimos 3 años, en la provincia el número de robos en la provincia ha ido disminuyendo durante el tercer trimestre del año, en 2018 se produjeron 42 robos y en 2019 fueron 20  mientras que  el año pasado 18.

La media de robos, en la provincia, durante el verano, es de 46,6. Este dato refleja que Palencia es una de las provincias españolas más seguras respecto a los robos con fuerza en las casas.

En cuanto a las comunidades autónomas, Castilla y León se sitúa en primera posición en el ranking de las  más seguras del país, según el estudio anual que realiza Securitas Direct. Las otras dos comunidades que la siguen son Asturias y La Rioja. Por provincias, la más peligrosa de la comunidad es Valladolid.

 Algunos consejos que dan las fuerzas de seguridad para evitar robos durante la época estival consisten en cerrar la puerta con llave en todo momento, intentar dar la sensación de que la casa está habitada, guardar el dinero y los objetos de valor en la cocina. Además aconsejan no publicar nada en las redes sociales sobre el lugar de destino de las vacaciones, ya que esto se ha puesto de moda.

 El método más usual que utilizan las bandas que se dedican a entrar en las casas en verano es la técnica del resbalón que consiste en introducir un plástico entre el marco y la puerta para abrirla venciendo la cerradura.

Otra de las técnicas es el método del bumping en el que los ladrones tratan de abrir la puerta con llaves maestras y muelles mediante golpes con un martillo sin dejar marca en la puerta. Otro que es habitual es el de la llave mágica, una herramienta de cerrajero que se utiliza para abrir para cerraduras de tipo pala que suelen estar instaladas en puertas acorazadas, que son las más difíciles de abrir. Las bandas usan también lo que llaman testigos, para marcar las viviendas de un bloque y volver al día siguiente para ver si los moradores se han ido de vacaciones. 

MODO DE ACTUACIÓN. Las personas que realizan este tipo de delitos no suelen actuar solas, lo hacen en bandas organizadas de entre 4 y 5 personas.

Dos de ellos se encargan de efectuar el robo en las casas, otros dos se encargan de vigilar las inmediaciones para avisar a los demás de si ocurre algo sospechoso en los alrededores; y el último es el que espera dentro del coche para que cuando el golpe haya terminado, puedan huir de rápidamente y sin dejar  rastro.

Los ladrones itinerantes eligen los barrios donde van a actuar. Ellos optan por barrios que tengan un nivel adquisitivo alto, con la finalidad de llevarse en la operación el mayor botín posible. Una vez elegido el barrio, el portal donde van a efectuar el golpe, lo seleccionan llamando previamente a los timbres y los que no contestan se convierten en el blanco de los ladrones.

Una vez que han comprobado que no hay nadie dentro, utilizan los métodos señalados con anterioridad para forzar la puerta, y esto es lo que condiciona a los delincuentes para decantarse por uno u otro método. Ya dentro de la casa se centran en buscar de manera primordial dinero y joyas en el menor tiempo posible.

Cuando  han efectuado el robo, salen a la calle donde les  espera un coche con el que huyen  para que si los vecino han visto algo, cuando avisen a la policía, los delincuentes estén lo más lejos posible.