oaquín Navarro, profesor de Hidrología Forestal y nuevo director de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias (Etsiiaa), recordó ayer en su toma de posesión la importancia de este centro ubicado en el campus de la Yutera para la ciudad que lo acoge. De esta forma, apuntó que los 5.515 alumnos foráneos del total de 7.553 matriculados entre 2011 y 2020 -que suponen el 75 por ciento- han dejado ingresos con un valor aproximado de 19.854.000 euros. «Esto supone una media de dos millones de euros de aporte medio anual a la ciudad y la provincia. A ello se suma el 50 por ciento de profesores de fuera y que, como en mi caso, nos hemos arraigado y aquí seguimos con una vida profesional y familiar»,
«Los alumnos de fuera pasan una media de cuatro a cinco años, mucho más que el fin de semana de estancia de los turistas. Este dinero sale si tenemos en cuenta lo que declaran que gastan los estudiantes Erasmus, al hacer un desembolso mensual de 400 euros de medio entre alquiler de vivienda, manutención y otras compras que realizan», precisó.
Navarro añadió que en los últimos siete años la Etsiiaa aportó en a la sociedad 1.381 titulados, con una media cercana a los 200 por año y valoró el prestigio docente e investigador y la dimensión internacional que tiene al atraer en los últimos años a estudiantes de 25 países. «Su número aumenta y es indudable el valor socioeconómico que esta escuela aporta a la ciudad y su provincia», enfatizó.
Inicios frugales. El nuevo director de la Escuela de Ingenieras Agrarias recordó los «comienzos frugales» cuando llegó en noviembre de 1989. «Una mesa en un despacho compartido con cinco profesores y un teléfono no eran el mejor ambiente de trabajo», rememoró, para apuntar una progresiva mejora en instalaciones y dotaciones. «Hemos estado por encima de las circunstancias pese a comenzar bajo cero y con menos recursos que otros centros de similar categoría y costó estar a su nivel», arguyó.
Joaquín Navarro criticó además que se quiera poner en marcha un campus agroalimentario a nivel autónomo en Salamanca. «No es necesario porque ese campus lleva ya muchos años funcionando bien aquí», dijo para poner en valor el trabajo desarrollado en Palencia.
En la toma de posesión estuvo presente el rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo, que resaltó el trabajo de ocho años de la directora anterior, Josefina Vila, y animó a Joaquín Navarro a continuarlo. «Con tu experiencia, impulso y energía lo conseguirás», apuntó, para añadir que la escuela «es un motor destacado desde el punto de vista académico e investigador y si ya es importante el número de egresados, también lo es la calidad formativa que depara en profesionales muy preparados». Largo y Navarro plantaron en La Yutera un árbol de la especie Ginkgo Bioba, el primero que rebrotó en Hiroshima (Japón) después de la crisis nuclear y que simboliza la esperanza.