Borrell preparará sanciones para responder a la deriva de Rusia

Europa Press
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El jefe de la diplomacia comunitaria adelanta que propondrá medidas que incluirán "acciones robustas contra la desinformación, ciberataques y amenazas híbridas"

Borrell preparará sanciones para responder a la deriva de Ru - Foto: POOL

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha anunciado este martes que planteará sanciones para contestar a la deriva autoritaria en Rusia, después de la visita de la semana pasada a Moscú que mostró a las claras el alejamiento con el bloque europeo.

Después de que hayan arreciado las críticas por su visita, al coincidir con una oleada de represión y el encarcelamiento del opositor Alexei Navalni, el Alto Representante ha comparecido ante el Parlamento Europeo en Bruselas para defender que la iniciativa tuvo aspectos "positivos", pese a que, según ha admitido, la mayoría de eurodiputados percibiera que el viaje no dio sus frutos.

Borrell constató con la visita las intenciones de Rusia respecto a las relaciones bilaterales, algo que ha reiterado varias veces desde la tribuna de la Eurocámara. "Ahora sabemos mejor el terreno que pisamos y sabemos mejor qué podemos esperar de las autoridades rusas", ha argumentado.

En este sentido, el jefe de la diplomacia comunitaria ha adelantado que tomará la iniciativa de cara a la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de finales de febrero y propondrá medidas, que no ha querido detallar, pero que incluirán "acciones robustas contra la desinformación, ciberataques y amenazas híbridas".

Esto será la antesala del Consejo Europeo de marzo en el que los líderes de la UE revisarán la relación con Rusia, "incluyendo la posible adopción de sanciones", ha dicho Borrell, quien, en todo caso, ha defendido mantener canales de comunicación abiertos con Moscú para los temas de interés de la UE y ha reivindicado los contactos con la sociedad civil rusa.

 

Respuesta a las críticas 

El debate este martes en la Eurocámara se ha convertido a la postre en un examen sobre la figura de Borrell, incluyendo peticiones de dimisión. Frente a esto, el político español ha defendido la conveniencia del viaje, ya que le permitió transmitir "con la fuerza de la presencia física" la petición a Rusia de que ponga en libertad a Navalni e investigue su envenenamiento. A su juicio, en pleno recrudecimiento de la represión "había que plantar cara" a Rusia y transmitir lo que normalmente la UE le dice "por correspondencia".

Según el Alto Representante, con el Consejo Europeo de marzo como telón de fondo, tocaba arriesgarse a sabiendas de que era una visita complicada. Y ha insistido en que su viaje no es el único de este tipo, puesto que en los últimos años los países de la UE han realizado visitas similares. "Hasta 19 visitas", ha repetido con vehemencia.

En este punto, Borrell ha respondido a las críticas que el "pim, pam, pum" entre europeos "solo beneficia al Kremlin" y ha pedido unidad a los Veintisiete y a las instituciones comunitarias para "no caer en la trampa" rusa. "Ahora se trata de actuar con unidad y determinación", ha reivindicado.

 

Peticiones de dimisión  

El debate, que ha contado con la participación de numerosos eurodiputados, llegaba caldeado por la misiva del eurodiputado 'popular' estonio Riho Terras en la que promovía el cese de Borrell. Sin embargo, el propio Terras ha acabado rebajando el tono y se ha limitado a decir que el Alto Representante extraiga conclusiones de "sus errores" y actúe en consecuencia.

En realidad solo un puñado de eurodiputados han llevado al hemiciclo su petición de dimisión. El Partido Popular Europeo ha optado por pedir firmeza a Borrell y que "abra los ojos" con Rusia, los socialdemócratas han cerrado filas con el viaje y los liberales han apuntado que este episodio es una "tarjeta amarilla" para Borrell.

Los más críticos ha sido principalmente miembros del grupo conservador y de la ultraderecha, así como algunos parlamentarios de Europa del este, especialmente dolidos con el "ridículo" de la UE en Moscú. "¿Dónde están los cojones de la UE?", ha afirmado, en castellano, la nacionalista flamenca del N-VA, Assita Kanko.

A este grupo se ha adherido el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, quien ha pedido la dimisión de Borrell y ha dado la razón a Lavrov cuando comparó el caso de Navalni con el de los presos del procés.

En su turno de réplica, el jefe de la diplomacia europea ha contestado que el caso de Navalni no tiene nada que ver con el de Puigdemont y los líderes independentistas que "están haciendo campaña electoral en Cataluña". "¿Creen que tiene algún sentido esta comparación? Es evidente que no la tiene, pero no quise enzarzarme en esa discusión", ha opinado.

En todo caso, una inmensa mayoría de los eurodiputados han apostado por una respuesta europea firme ante el caso de Navalni que pase por la adopción de nuevas sanciones. En este sentido, alguno ha pedido que se contemple usar el mecanismo de sanciones horizontales contra los Derechos Humanos aprobado por la UE a finales del año pasado.