"El problema de perder la democracia es caer en el populismo"

María Albilla (SPC)
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"El problema de perder la democracia es caer en el populismo" - Foto: Juan Lázaro

Cuarenta años de lectura e investigación y una pandemia de por medio le han servido al escritor Juan Eslava Galán para adentrarse en el nacionalsocialismo, el movimiento político liderado por Adolf Hitler que desembocó en el Tercer Reich. Su Enciclopedia nazi contada para escépticos (Planeta) no deja detalle sin analizar de uno de los momentos más oscuros de la Historia contemporánea.

Vuelve a narrar la Historia para escépticos, ¿también los hay del nazismo?

Sí, claro. Empezando por los grupos neonazis, que lo idealizan. Lo bueno de esto es que suele ser gente joven y se les pasa con el tiempo, pero evidentemente este movimiento causa cierta la fascinación porque fue como una especie de ópera vistosa con sus uniformes, las colgaduras rojas con las esvásticas... Hace que la gente se pueda enganchar con eso...

Luego está el tema de las películas, series y libros que se ven atraídos por el nazismo porque detrás hay una perversión, un mal. En eso creo que estamos todos de acuerdo.

 

Bueno, pero los movimientos neonazis en la actualidad no tienen una fuerza predominante.

Son folclóricos. No es admisible hoy en día esa ideología.

Usa el humor para transmitir un tema tan duro como fue este movimiento político, ¿considera que facilita el aprendizaje?

Hay otra manera de escribir la Historia sin esa solemnidad tan doctoral con la que a veces se hace. Por supuesto hay que ser rigurosos, pero luego, dentro del rigor, de vez en cuando se admite la humanidad, la ironía... y esto lo aprecian los lectores.

 

¿Cómo es posible que un país como Alemania se dejara seducir por un personaje como Adolf Hitler?

Tiene una explicación. Este hombre era un vagabundo poco formado, pero tenía una gran virtud: la elocuencia mitinera. Esto lo combinó poniendo el dedo en la llaga del pueblo alemán. Él decía que el pueblo germano había sido agraviado por el Tratado de Versalles con el que acabó la Primera Guerra Mundial y al pueblo le pareció razonable todo lo que decía porque clamaba por la necesidad de un espacio vital para los alemanes que habían llegado tarde, lo mismo que los italianos, a la formación nacional. Ellos llegaron en el siglo XIX cuando los demás lo habían hecho en el XVI y eso hizo que no tuvieran imperio y economía cuando parecía que todos los países desarrollados tenían que tener un imperio colonial del que sacar materias primas y un mercado que proteger.

También contribuyó que el pueblo alemán es muy disciplinado. Es un pueblo que sigue fielmente a sus líderes. Y se sigue viendo ahora que son demócratas de corazón.

 

Esto que me está contando es el claro ejemplo del peligro que tienen los mensajes populistas, ya que se llegó a una dictadura en prácticamente tres meses.

Efectivamente. Los que disfrutamos de la democracia creemos que esto es una meta que se consigue y ya no se pierde, pero no. La democracia hay que defenderla día a día porque se puede perder y el gran problema de perder el régimen democrático es caer en el populismo, en las ideologías simplonas capaces de arrastrar a gente poco formada.

¿Cree que conocemos todas las caras del demagogo führer?

Se le conoce bien, pero era un tipo muy poliédrico, tenía muchas facetas. Se sabe mucho de él, como que en las sobremesas aburría a las ovejas con sus conversaciones, sabemos su mentalidad... Le conocemos bien, aunque puede que no le abarquemos en su complejidad, quizá porque hay distintos hítleres. A lo largo de los 12 años que estuvo en el poder malevoluciona, se va pervirtiendo porque al final era un drogadicto. Si cogemos al Hitler del 38 era el hombre más popular del mundo, de hecho la revista Time norteamericana le eligió Hombre del año porque había conseguido para Alemania Austria, los Sudetes, Checoslovaquia... y estaba ampliando el territorio alemán sin pegar un tiro. Ahí está en la cúspide de su fama.

Si le observamos unos años después, ya no es ni siquiera popular en su país porque va perdiendo la guerra y él personalmente está manipulando para que sus generales no sean capaces de dirigir convenientemente el conflicto... Ahí ha perdido la confianza. Son diferentes facetas del mismo líder que van en función del tiempo.

Sus colaboradores tampoco eran unos lumbreras...

Sus colaboradores eran una galería de monstruos. El único que tenía estudios es Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda. Pero hay otros que están locos de atar. Son claramente psicópatas.

 

De Heinrich Himmler dice que fue un tipo enfermizo sin más aspiraciones que formar una familia. A Goebbels le llama feo, cabezón y paticorto y de Hermann Göring cuenta que era un ciclotímico adicto a la morfina... Todo un bestiario, desde luego.

Es curioso porque son individuos que si los hubiésemos inventado para una novela, el lector podría sospechar que el autor se ha ido a los extremos para crear figuras ridículas y caricaturescas, pero es que es verdad, así eran. Caricaturas de sí mismos. Además, los alemanes, que también tenían su sentido del humor aunque no lo demostraran, los tenían muy bien clasificados para los chistes.

Aún así, estas personas firmaron una de las mayores atrocidades que se han cometido en la Historia de la Humanidad.

Pues sí, la verdad es que fue absolutamente atroz porque el nazismo fue un régimen amoral. Ellos se consideraban el pueblo ario que tenía que dominar el mundo y detrás de ese pensamiento venía el de arrasar al resto de los pueblos. Y eso fue, en parte lo que les hizo perder la guerra.

Para ellos los rusos eran infrahombres y sí, perdieron la guerra con Rusia, que fue un Ejército dominante en ese conflicto pese a lo que se suele creer.

Dice que Hitler quiso violar a Rusia y ahí cavó su propia tumba...

Abrió un segundo frente en la guerra sin tener cerrado el primero, que fue justo lo que les pasó en la Primera Guerra Mundial. Segundo error: evaluación. Creía que los rusos tenían 150 divisiones cuando tenían casi el triple y luego que él estaba recibiendo las materias primas desde Moscú. ¿Cómo se le ocurrió atacar a Rusia y cortar el suministro? ¡Era una locura!

Pues bendita locura...

Sí. Si hubiera ganado la guerra, España y otros países serían ahora satélites de Alemania y tendríamos un régimen un tanto extraño...

Quiero volver a Himmler porque dice: «como tantos fracasados en la vida, antes y ahora, al final encontró acomodo en la política». Afirmaciones como esta dan miedo.

Pero es que debemos ser conscientes, y lo tenemos a la vista, que gente que no ha sabido buscarse un trabajo o un oficio se meten a políticos y triunfan en este campo. Esto es lamentable. Es una cosa penosa, pero que hay que afrontar porque es así. Para barrer calles en España hace falta tener el graduado escolar. Para ser representante del pueblo no hace falta ningún título.

 

Últimamente se ha hablado mucho del revisionismo histórico. ¿Cómo se debe hacer esa revisión  con los ojos del presente?

Lo que pasó con el nazismo lo tenemos bastante claro, aunque no esté todo visto. Habrá matices que haya que modificar en el futuro, pero el entramado nazi como monumento a la maldad humana, no tiene modificación posible. Es lo que es.

 

¿En Alemania les ha quedado algún tipo de complejo por el terror que sembraron sus antepasados?

Existieron un par de generaciones, la de los hijos y los nietos de los nazis, que pasaron de puntillas sobre el tema. Hubo incluso una controversia entre los historiadores que decían que sí, que había que arrepentirse de lo sucedido, y otros que decían que el país también había sido víctima de la guerra... Pero aquello está olvidado. Nadie puede achacarle el pecado de los abuelos a sus nietos.

 

Bueno, México ha reclamado en varias ocasiones a España que pida perdón por la conquista de hace 500 años.

Sí, pero eso lo dice un ignorante. Y eso que debe estar casado con una historiadora. No debe haber mucha comunicación en la pareja.

¿Qué le parece la desprovisión del significado de la palabra facha o fascista que se está haciendo en la actualidad?

Es absolutamente incorrecto. Una de las entradas de esta obra mía es la comparación del fascismo con el nazismo y ver de dónde procede todo ello.

La palabra facha o fascista se ha convertido en un insulto que se usa a boleo contra la gente de derechas, pero generalmente las personas que lo utilizan no tienen ni idea de lo que significa. Es una muestra de la ignorancia en la que se mueve el personal.

La enciclopedia arranca con el término radioescucha furtivo (Abhörverbrecher) y acaba con Zyclon B, el pesticida que se usaba para asfixiar en las cámaras de gas. ¿Sabría decir cuántos términos ha icluido?

Pues no. Realmente no los he contado. No he tenido esa curiosidad...

¿Cómo pudo idear la mente humana las cámaras de gas y ejecutar en ellas a miles de personas?

Es difícil de comprender. Yo explico de modo desapasionado y técnico cómo funcionaba aquello porque hacerlo de otra manera revuelve el estómago. He intentado transmitir al lector técnicamente ese sistema tan horrendo que imperó en aquel momento.

 

Se dice que hay que conocer la Historia para no volver a incurrir en los mismos errores... ¿Algo así se podría repetir?

La Historia desgraciadamente a veces se repite. Muchos se creen que esto de los genocidios es una cosa que sucedió en Alemania y que es algo que está superado, pero desde entonces ha habido genocidios en África, en Asia y ha habido uno en Europa, en la guerra de los Balcanes, no nos olvidemos... El ser humano ha avanzado mucho técnicamente, pero desde el punto de vista del Humanismo no se han dado tantos avances.

 

En la F encontramos a Franco, un matrimonio que pudo haber sido, pero no fue.

Efectivamente. Hitler no sabía ni quién era Franco cuando empezó la guerra civil, pero le acabó ayudando por una cuestión de influencia y porque aspiraba a quedarse con los minerales del país. Una vez empezada la guerra mundial, Franco pensó que si se apuntaba al frente ganador conseguiría que Hitler le otorgara parte de las colonias francesas a las que él aspiraba. Pasado el año 40 y viendo Hitler que no iba a poder invadir Inglaterra, pensó en un plan B que fue tratar de conquistar Gibraltar para interrumpir el paso de los barcos que venían de las colonias a través del canal de Suez. Al no poder parar en el peñón, él podría esperarles con los submarinos en el Atlántico y para esto se reunió con Franco en Hendaya. El dictador se resistió, aunque la propaganda franquista siempre dijo que se burló de Hitler, lo cual no es cierto, ya que firmó un protocolo comprometiéndose a entrar en la guerra, pero no le puso fecha, así es que afortunadamente para Franco, Hitler invadió unos meses después Rusia y ya tuvo tantos dolores de cabeza con ese frente que se olvidó de Gibraltar.

¿Qué hubiera sido de nosotros de entrar España en la guerra como aliada de Alemania?

Hubiéramos sido un país derrotado y los aliados habrían quitado a Franco de en medio. Hubieran instaurado de nuevo una república, o tal vez una monarquía, pero desde luego no hubiéramos estado 40 años con Franco.