En Castilla y León la primavera termina «el mismo día que en el resto del país». Eso es lo que afirmó la ministra de Fomento, Ana Pastor, un día antes de que comenzara esta estación. Se refería al momento en el que se pondría en servicio la Línea de Alta Velocidad Valladolid-Palencia-León.  «Trabajamos para que antes de que termine la primavera se pueda viajar por esta línea», apuntó Pastor hasta en tres ocasiones este 20 de marzo, jornada en la que visitó las obras. 

A menos de 15 días para la fecha anunciada, parece que, o la primavera no finaliza en toda España a la vez, o se incumple la enésima previsión de apertura de esta línea o por decreto se retrasa la llegada del verano hasta septiembre para que las palabras de la ministra no caigan en el saco roto de las declaraciones preelectorales.

Y lo parece porque aún quedan muchos detalles por pulir en la línea antes de que los ciudadanos puedan usarla para viajar; porque Renfe comercializa ya sus conexiones a Madrid hasta el 3 de septiembre y por tanto no va a haber cambios, al menos, hasta entonces y porque en conversaciones con dirigentes populares, ante la sugerencia de que el AVE se retrasaría hasta San Antolín, preguntaron: «¿ya lo hemos anunciado?»

 

Por hacer. Sin ir más lejos, hasta la semana pasada no se había tendido la catenaria en la Estación de Palencia y aún restan labores de esta estructura en las inmediaciones de la capital.

Durante esta semana se llevaran a cabo nuevas pruebas dinámicas en la línea. De hecho, ayer sobre las 11 horas pasó por la capital palentina una vez más uno de los dos trenes laboratorio diésel de Adif, en dirección a León. Se trataba del número 2, el que estrenó en febrero la LAV y que es capaz de auscultar la geometría de la catenaria.

Tampoco se han conectado todas las subestaciones eléctricas de Red Eléctrica Española a las subestaciones de tracción de Adif en la línea por lo que, aunque oficialmente la catenaria tiene corriente, esta tendría dificultades para  mantener la tensión en toda la línea en servicio comercial.

De igual modo,  una vez que se acaben las pruebas con los trenes laboratorios diésel deberán comenzar con el tren laboratorio eléctrico Séneca, para comprobar, además del comportamiento de la vía, de la parte eléctrica y de los sistemas de seguridad que se están instalando. Se trata de un tren similar al AVE Talgo 102/112 y es el único de los auscultadores capaz de igualar las condiciones y velocidad comercial de los AVE (300 km/h). 

Sin embargo, por ahora este tren no puede llegar por sus medios a esta línea dado que al norte de la estación de Valladolid hay aún unos 1.000 metros sin vía de Alta Velocidad y se tardará unas semanas en colocarla. Eso, unido a que en principio la circulación entre Valladolid y León no superará los 200 km/h, es posible que para ganar tiempo las  pruebas dinámicas se realicen con estos laboratorios diésel de ancho variable en vez de esperar al Séneca.

Cuando se acaben las comprobaciones dinámicas podrán comenzar las simulaciones comerciales con trenes de viajeros (vacíos) y la formación de maquinistas. Una actividad que suele tener una duración de entre un mes y mes y medio, dado que, como han publicado los medios leoneses (donde está la residencia de maquinistas), serán 200 las personas que harán el  curso para conocer la  línea.

Unas cosas, sumadas a las otras, nos llevan a que para cumplir el compromiso ministerial hace falta un milagro: O que todo esté listo el 21 de junio o que aún sea primavera por  San Antolín. Aunque es posible que ni para cuando resuene la traca final de las fiestas patronales de la ciudad, el AVE esté preparado para llegar a Palencia.