Había ciertas dudas en Sacyl sobre la idoneidad de un recinto religioso reconvertido en vacunódromo, pero en el estreno ayer de la instalación conventual de San Francisco todo salió a pedir de boca. La primera de las siete jornadas -hoy se descansará y se retornará el trabajo de lunes a sábado- los equipos de vacunación de Atención Primaria suministraron en ocho boxes la tercera dosis de refuerzo de Pfizer contra el covid-19 que llegará a un total de 17.500 personas, unas 2.500 por día, de entre 40 y 59 años en las zonas básicas de salud (ZBS) de Palencia, Palencia Rural y Villamuriel de Cerrato.
Las colas, con una espera no superior a15 minutos, fueron fluidas y ágiles desde las 9 de la mañana a las 17 horas. Los nacidos en 1962, 1963 y 1964 se repartieron en tramos de vacunación de tres horas y el rápido acceso al claustro de San Francisco desde la plaza y, poco después al interior de la amplia iglesia conventual, mitigó bastante el frío reinante en una jornada soleada pero con temperaturas bajas.
«Se trata de una ubicación que no es habitual pero estamos muy contentos. La gente está respondiendo a la llamada para vacunarse de nuevo, la reacción es mínima y los beneficios son grandes. La organización está siendo muy buena para evitar esperas en la calle con bajas temperaturas y las condiciones del recinto de San Francisco son idóneas tanto para los trabajadores como para quien viene a recibir la dosis de refuerzo», explicó a DP Felisa Baños, directora médica de Atención Primaria.
Éxito en la primera jornada de vacunas en San Francisco - Foto: Sara MuniosgurenAdemás, los días de retraso para proceder a las inoculaciones pendientes -dado que el recinto religioso estuvo ocupado hasta el 7 de enero con actividades municipales navideñas- le han venido bien a Atención Primaria. «Así hemos podido recuperar a gente que estuvo en cuarentena y otra que estaba de refuerzo en los centros de salud, pudiendo contar con profesionales suficientes para el día a día», señaló la responsable sanitaria.
repesca el sábado. En total, hasta el día 15 de enero habrá montadas ocho líneas de vacunación en un operativo con una treintena de sanitarios, a los que suma una decena de efectivos entre Policía Local y voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil. «La última jornada del sábado se dedicará a vacunar en una repesca a quien no pudo hacerlo en su turno», explicó.
Por su parte, Ana Ramos lleva desde marzo de 2021 formando parte del equipo de vacunación para tratar de frenar el coronavirus. «Trabajar vacunando tantos días es un poco monótono pero cuanto antes acabemos mejor, ya que se podrá inmunizar a casi toda la población. La gente viene con muchas ganas de ponerse la dosis de refuerzo. La mayoría del personal de Enfermería que administramos las vacunas llevamos entre dos y cuatro años en la profesión, también nos desplazamos a pueblos y tratamos de apoyar en todo lo que podemos. Cuando no hay campaña de vacunación también atendemos el día a día en los centros de salud que le necesitan», indicó
Éxito en la primera jornada de vacunas en San Francisco - Foto: Sara MuniosgurenJosé Luis Espina acudió ayer a ponerse la segunda dosis al cumplir los seis meses desde la primera una vez que pasó el covid. «Justo hace un año estuvo ingresado con una neumonía bilateral. Al menos lo puedo contar al recuperarme bien, ya que un sobrino mío sigue en el hospital con oxígeno y otro familiar que estuvo seis meses pasándolo muy mal. Mi mujer también se contagió y mi hija que es enfermera es quien trajo el virus a casa en las navidades de hace un año y recientemente ha sido mi hijo, con lo que llevamos dos años en estas fechas con problemas. Por supuesto que vacunarse es absolutamente necesario», indicó.
Encarnación Amor pone el dedo en la llaga para evitar que el virus haga estragos, ya que alguien muy allegado ha vivido de cerca sus perniciosos efectos. «Vengo a ponerme la tercera dosis y estaba deseando hacerlo y lo recomiendo a todo el mundo. Mi marido lo ha pasado realmente mal y permaneció ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital 55 días en coma inducido. Ya está recuperado, aunque tiene secuelas, y afortunadamente está aquí. También mi hija tuvo la enfermedad aunque con efectos más leves.
José Julio Mangas no notó, como en las dos ocasiones anteriores, absolutamente nada al inyectarse. «Soy trabajador autónomo, vemos lo que pasa en el día a día y creo que todo el mundo debe ser vacunado para evitar problemas», expuso. María Jesús García repite el mantra de la vacuna como mejor antídoto frente al covid. «Si el virus nos afecta vacunados los efectos son mucho menores. Debemos ser solidarios y recibir las dosis marcadas debería ser obligatorio», argumentó. Finalmente, Juan Carlos Marcos también se mostró contundente: «Vacunarse es positivo y el método más efectivo. Todos estamos viendo que el virus hace menos daño»