La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, recabó ayer el apoyo político, comercial y humanitario de Rusia para garantizar la supervivencia del Gobierno de Nicolás Maduro.

Rodríguez, que también es mujer de Maduro, desveló que había intercambiado con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, «información relevante» sobre una posible intervención estadounidense y aseguró que dichos planes «no son nuevos» y recuerdan a Siria, donde el presidente ruso, Vladimir Putin, evitó el derrocamiento del Bachar al Asad por parte de EEUU. «Sabemos que hay toda una maniobra que pretende justificar la intervención internacional. Eso no ocurrirá en Venezuela», afirmó.

Al respecto, Lavrov consideró que «todo es posible» dada la insistencia de la Casa Blanca en «atizar la tensión» y provocar «un derramamiento de sangre en Venezuela que justifique la intervención militar».

Entre tanto, el opositor Juan Guaidó anunció más movilizaciones en Venezuela hasta que la nación vuelva a ser «una democracia fuerte y en libertad», a pesar de «las amenazas, de muerte, incluso». «La democracia está ahí y la vamos a conquistar», insistió.

Por su lado, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, rechazó una posible intervención armada de EEUU, al tiempo que agregó que una posible detención de Guaidó sería «una declaración de guerra política» por parte de Maduro.